Esta semana la NBA celebra su ‘Jr.NBA Week’. Una iniciativa de su plataforma Jr. NBA que pretende acercar el baloncesto a los más pequeños de distintas formas: clínics de grandes estrellas, entrenamientos personalizados con leyendas de la competición, o jornadas con equipos de la Liga para hacer las delicias de los más jóvenes.
Otro de los pilares del baloncesto de cantera son los padres. Por ello, la NBA no se olvida de ellos, organizando charlas educativas de cara a potenciar su papel positivo en la formación de sus hijos. Una de ellas la protagonizaba Stephen Curry, dos veces MVP y campeón de la NBA. Aparecía junto a su madre, Zaza Pachulia y Mike Brown para contar su propia experiencia. Mira su reflexión acerca del papel que jugaron sus progenitores durante su inicio en el baloncesto.
«Mis primeros recuerdos en el basket ‘organizado’ son de cuando tenía 5-6 años en Charlotte. Iba siempre con mi madre o mi padre al campo. Ellos se sentaban en la segunda o tercera fila del pabellón. Siempre tuve claro que, independientemente del deporte que practicara, ella iba a estar allí para apoyarme. Animándome para que sacara el mayor provecho posible.
Esa confianza, cuando eres niño, es todo lo que quieres. Que sea lo que sea que hagas, tus padres se preocupen y te apoyen durante todo el camino. Incluso hoy en día ella todavía me escribe y me manda mensajes de ánimo de vez en cuando. Obviamente los padres saben mejor que nadie lo que le pasa a sus hijos. Incluso sin necesidad de que se lo digan, saben leer muy bien expresiones y lenguaje corporal para entender cuándo necesitan ánimo. Recuerdo algún momento así en Davidson, en mi primer entrenamiento. Momentos en los que me recuerdo sólo en el camino y ella estaba allí para darme toda la confianza del mundo».
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