El Real Madrid celebró en el Santiago Bernabéu los dos trofeos de campeón de Europa conseguidos en la última semana: el de fútbol y el de baloncesto. La plantilla que dirige Pablo Laso salió en un corrillo a ofrecer la Euroliga conquistada en Belgrado la pasada semana en una ceremonia conjunta con la de la Champions League de Kiev.
Felipe Reyes alzó el trofeo al cielo y los jugadores vibraron con la afición en un estado abarrotado. Pero faltaba alguien: Trey Thompkins. El ala-pívot está de permiso en Estados Unidos porque esta semana, tras una larga enfermedad, falleció su madre. Pero Thompkins, que además fue el que anotó la canasta decisiva ante el Fenerbahçe, estaba presente; Sergio Llull llevaba puesta su camiseta en recuerdo a uno de los miembros de la plantilla perdiéndose por una causa de fuerza mayor esta celebración.