El Fenerbahçe pasó el testigo de campeón de la Euroliga al Real Madrid. El conjunto blanco logró su décimo título en la competición continental, basado esta vez en una defensa impresionante y un control mental memorable a lo largo de todo el partido. Los de Pablo Laso fueron claramente mejores y el trono europeo es mucho más que merecido… como el premio de MVP para un Luka Doncic (15 puntos y 17 de valoración) que si se marcha a la NBA lo hará por la puerta grande de Europa.
Un parcial de 10-2 al final del primer cuarto le valió al Real Madrid para presentarse en el segundo periodo con un +4 en el marcador. Ventaja que, gracias a Sergio Llull y Rudy Fernández creció hasta los ocho puntos y obligó al Fenerbahçe a frenar la sangría con un tiempo muerto con el que enfriar a los blancos.
Fueron siete puntos seguidos de Nicolo Melli (28 puntos y 6 rebotes) los que sirvieron para que los turcos pudiesen respirar. Un jugador en estado de gracia, que siguió acertado y convirtió nueve de los once puntos del Fenerbahçe tras el tiempo muerto, que se colocó a un sólo punto en el electrónico. A partir de ese momento, el choque se convirtió en un toma y daca que terminó con un 38-40 para los turcos al descanso.
Un parcial de 7-0 para el Real Madrid a la vuelta del intermedio le permitió recuperar el control del marcador, aunque sin romper en ningún momento el partido, sobre todo por culpa de un entonadísimo Melli que se negaba a permitir que el Fenerbahçe se quedase atrás. A partir de ahí, el conjunto blanco vio durante todo el cuarto como su rival se acercaba y se alejaba en el marcador, contando con un Fabien Causeur (17 puntos) venido arriba y protagonizando acciones claves para su equipo. Precisamente Causeur anotó desde la línea de tiros libres los últimos puntos del tercer periodo y el Madrid terminó con la máxima ventaja (+8) a su favor de todo el partido.
Sergio Llull cometió su cuarta falta personal a poco más de nueve minutos para el final del partido. Sin embargo el Real Madrid mantuvo su intensidad defensiva y empezó a desquiciar a un Fenerbahçe que no encontraba la forma de recortar distancias con garantías. Tanto que Jan Vesely se convirtió en la personificación de la frustración con una falta antideportiva sobre Luka Doncic.
A falta de seis minutos, y gracias a un triple de Jaycee Carroll, el Real Madrid se fue a los 10 puntos de ventaja. Barrera psicológica que dicen los tópicos, y que no pudo mantener el equipo merengue. Sergio Llull cometió la quinta personal a poco menos de tres minutos para el bocinazo, pero el conjunto dirigido por Pablo Laso se mantuvo firme en defensa, para aguantar el último envite de su rival.
Y así fue. El Fenerbahçe no pudo más que remar y remar para ahogarse en la orilla, con los jugadores del Real Madrid celebrando la victoria unos segundos antes al final del choque, coincidiendo con un rebote ofensivo vital y canasta de Trey Thompkins. Los blancos demostraron, una vez más, lo que es jugar con corazón y se llevaron su décimo trofeo en la máxima competición europea.