Pedoulakis en dos etapas, Alvertis como interino, Dusko Ivanovic y Sasha Djordjevic han sido los inquilinos del banquillo del Panathinaikos desde que Zeljko Obradovic se fue el verano de 2012.
Una dinámica de cambios que espera romper Xavi Pascual, «muy ilusionado» después de firmar por tres años con el conjunto griego, al que ya dirigirá esta semana en dos partidos de Euroliga seguidos: debuta en la pista del Brose el miércoles y recibe al Estrella Roja el viernes.
«Los entrenadores no somos magos, necesitamos trabajar, pero contento por la ilusión que se ha desatado», explica Pascual, sobre los resultados inmediatos, en una entrevista en el Tu Diràs de Rac1.
«Es un club histórico con seis Euroligas, muy exigente, que quiere ganar y estar arriba», añade respecto a los objetivos. «Para eso hemos venido, para construir un proyecto ganador en un periodo de tiempo correcto para ir haciendo despacio las cosas. De inmediato es muy difícil ganar, normalmente los equipos que ganan es porque a lo largo del tiempo han generado un equipo y luego sacan sus frutos. Aquí vamos a empezar, a ser competitivos y ganar el máximo números de partidos».
El catalán tiene muy claro qué le exigirán: «Sabes donde vienes. En un club como Panathinaikos aspiras a ganar la Liga y a estar en Final Four. Este es el objetivo que nunca se debe perder de vista».
El nuevo formato de Euroliga, en el que todos los equipos se enfrentan entre ellos, posibilitará que se enfrenta al Barça, pronto, el 2 de diciembre en el Palau Blaugrana: «No pienso en absoluto en ese día. Ya hablaremos. Ahora ni me lo planteo. Estoy pendiente de muchas cosas y falta muchísimo».
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