La llegada de los hermanos Ball al Vytautas ha puesto en el punto de mira al equipo en todo el mundo. Cámaras de medios estadounidenses en la pequeña ciudad de Prienai (13.000 habitantes) para medir el impacto de la llegada de LiAngelo y LaMelo a Lituania, y análisis de todo lo que rodea al club: desde la venta de entradas a la entrada de un nuevo patrocinador, pasando por las declaraciones de su entrenador, Virginijus Seskus.
Este técnico lituano de 50 años, que ha desarrollado toda su carrera en los banquillos en su país, ha pasado a ser uno de los nombres más mediáticos del baloncesto en Europa, cuyas declaraciones serán seguidas con lupa. «Estoy aprendiendo mucho sobre mí, y creo que esto todavía no ha acabado», bromeaba en palabras al portal LRytas.
Sobre Seskus se han escrito muchas historias, a las que el entrenador prefiere no prestar atención. Pronto, además, tendrá que lidiar con LaVar Ball, el polémico padre de los hermanos que acostumbra a interferir en el trabajo de sus entrenadores. Pero el técnico del Vytautas tiene un plan: «En el peor de los casos, él podría ser mi asistente y trabajaríamos juntos. Entonces él gritaría a los jugadores y no a mí», bromea.
El técnico no duda de la adaptación de la familia a Prienai: «Kaunas está muy cerca. Vale, no es una ciudad como las de USA, pero todo está bien allí. Birstonas también es muy bonita. Les daremos un guía para que hagan un viaje por Lituania y se familiaricen. Creo que será interesante».
Además, hablaba del papel deportivo que puede jugar el joven LaMelo Ball, de tan sólo 16 años: «Va a ser difícil para él y necesitará tiempo para adaptarse al basket europeo. Pero intentaremos ayudarle y prestarle atención. Mi hijo, Edwin, jugó con 14 un partido de la LKL. Creo que los dos hermanos van a entrenar mucho y que los partidos ante profesionales van a ser buenos. No lo dudo».
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