Arturas Karnisovas será el nuevo vicepresidente ejecutivo de operaciones de baloncesto en los Chicago Bulls. Lo adelantaba Adrian Wojnarowski, despues de que este miércoles ambas partes llegasen a un acuerdo. Karnisovas, hasta ahora en los Nuggets, tendrá plenas responsabilidades en los despachos.
De hecho no solo se confía en el lituano para sustituir a John Paxson, en el cargo desde hace diecisiete años, sino que entre sus misiones se encuentran las de contratar un General Manager, cubrir otros puestos ejecutivos y de scout en la franquicia. Su peso, por tanto, será clave para tratar de alterar el rumbo de Bulls.
Karnisovas, conocido en España durante su etapa como jugador (militó en dos fases diferentes en el FC Barcelona, conquistó dos medallas olímpicas con Lituania y fue uno de los mejores jugadores de Europa durante la década de los noventa), da el salto a Chicago en un punto importante de su carrera, tras haber demostrado con los Nuggets que es uno de los ejecutivos más reputados de la Liga. A Colorado llegó en 2013, como asistente de General Manager, para acabar ocupando el rol principal en la Gerencia desde el verano de 2017, tras algunos coqueteos previos con Nets y Bucks, que estaban interesados en su figura.
Un triple reto por delante
En los Bulls tendrá un reto considerable, con tres cabezas. En primer lugar definir el rumbo deportivo a través del General Manager que contrate, así como el técnico que se haga cargo de un equipo que no tuvo el éxito esperado con Fred Hoiberg y ha tenido a Jim Boylen en calidad de entrenador, como alternativa más accesible, desde entonces. Hoiberg fue apuesta de la anterior Gerencia, una que no salió bien, justo posteriormente a la amarga salida de Tom Thibodeau de la franquicia, fruto (en parte) por su mala relación con los responsables de los despachos. Thibodeau fue el técnico con mejores resultados de la historia de la franquicia este siglo XXI, pero acabó saliendo por la puerta de atrás.
En segundo, controlar la salud salarial de un proyecto que, estando en manos de la progresión de sus jóvenes (Zach LaVine, Lauri Markkanen, Wendell Carter Jr o Coby White), tiene una situación comprometida a corto plazo, con los contratos de Otto Porter (este con opción de jugador), Thaddeus Young o Cristiano Felicio comiéndose casi 50 millones de dólares para el próximo curso. Y por tanto limitando al máximo su margen de acción este próximo verano. Será el verano de 2021 el primero en el que Karnisovas podrá moldear mejor qué opciones salariales afrontar, al menos con más posibilidades de realizar movimientos.
Y el tercero de sus retos será devolver a los Bulls a una estabilidad en los despachos que devuelva a la franquicia a la primera plana de la Liga. Chicago posee uno de los mercados más potentes y atractivos de la NBA, lo que en condiciones normales podría darle un buen lugar de cara a aspirar a grandes agentes libres en el mercado, pero la inestabilidad deportiva, los errores en la toma de decisiones y la tensión transmitida entre Gerencia y cuerpos técnicos han hecho perder brillo a la franquicia. Y por tanto interés por parte de los jugadores.
En definitiva, el lituano debe gestionar con acierto las tres áreas clave (lo deportivo, lo económico, la solidez institucional) para, con ayuda de la parcela técnica y deportiva, devolver a Chicago a la élite.
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