Carmelo Anthony dejará de ser jugador de Oklahoma City Thunder en las próximas horas o días, según asegura Adrian Wojnarowski en ESPN. No es algo que pueda sorprender, dado cómo se han dado los acontecimientos en la franquicia en el inicio del mercado veraniego.
La gerencia ya está trabajando en el movimiento que llevaría a Anthony fuera del equipo, al que se unió el pasado año como parte de un traspaso con los Knicks. Hay tres opciones que se contemplan: un traspaso, la utilización de la ‘stretch provision’ o un combinado de ésta última con la clásica liberación de contrato.
La razón es bien simple: no hay ni espacio en la tabla de salarios ni en lo propuesto para el impuesto de lujo con Anthony en la plantilla. Los Thunder son los primeros que han traspasado la barrera de los 300 millones en ambas áreas, por lo que es necesaria una reconstrucción. La renovación de Paul George y otros hombres como Felton o Grant han precipitado este escenario.
Con la salida de Carmelo Anthony los Thunder se podrían ahorrar alrededor de 100 millones de dólares en total, dependiendo de qué opción se escoja para la desvinculación. Para la temporada 2017-18 tiene apalabrado un contrato de 27,9 millones.
De los tres miembros del big-three de Oklahoma él fue el más criticado durante la pasada campaña, además de asegurar al final de la misma que no aceptaría un rol tan marcado como el que Billy Donovan tiene pensado para el alero.
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