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Guía NBA 2017/18: New Orleans Pelicans, por Andrés Monje

Guía NBA 2017/18: New Orleans Pelicans, por Andrés Monje

Memoria 2016-17
Balance: 34-48. Fuera de Playoffs en el Oeste.
Eficiencia Ofensiva Ritmo Eficiencia Defensiva
103.3 (26º) 100 (9º) 104.9 (9º)
Ataque 4 Factores Defensa
50.4% (20º) % efectivo en tiros 50.9% (12º)
25.6% (24º) Tiros libres 23.2% (5º)
12.7% (4º) Pérdidas 13.8% (18º)
18.5% (29º) Rebote ofensivo 23.2% (13º)
 
Glosario de la Memoria 2016/17:
* Ritmo: posesiones cada 48 minutos / Ef. Ofensiva: puntos producidos cada 100 posesiones / Ef. Defensiva: puntos recibidos cada 100 posesiones.
* Porcentaje efectivo: une valores en tiros de dos y triples / Tiros libres: porcentaje de tiros libres (lanzado o recibido) sobre el total de lanzamientos / Pérdidas: pérdidas de balón (propias o provocadas) cada 100 posesiones / Rebote ofensivo: Capturas de ataque (conseguidas o permitidas) sobre el total.

pelicans

De entre todos los equipos que no jugaron playoffs en el Oeste el pasado curso, quizás el caso más enigmático sea el de los Pelicans. La franquicia realizó un movimiento potente mediado el curso, consiguiendo a DeMarcus Cousins y juntándolo por tanto con su gran estrella, Anthony Davis. Y en ese mismo momento creó un doble escenario tan altamente sugerente como peligroso.

En primer lugar se ponía a prueba la coexistencia de dos de los mayores talentos interiores de la Liga, en una época claramente orientada al predominio de formatos pequeños y más dinámicos. Y si bien ambos son versátiles y dominan multitud de recursos, también han estado acostumbrados a cargar con mucho volumen de juego ofensivo.

El segundo escenario es la aceptación de que la apuesta circula contrarreloj. Cousins es agente libre sin restricciones en 2018 y un resultado negativo esta temporada, o directamente no mostrar una alta compatibilidad de ambos liderando el proyecto, podría resultar fatal para los Pelicans, que prácticamente habrían alquilado a Cousins y de paso frustrado más a Davis. Y si bien es cierto que ‘The Brow’ no podría salir al mercado hasta 2020, conviene no jugar demasiado con su paciencia.

La situación es por tanto compleja, ya que a la urgencia competitiva se le une un ecosistema de equipo complejo sobre el que montar piezas. Sin tiempo para evaluar la fortaleza real de los cimientos, la salida es comprobarlo mientras se sigue construyendo y buscando el rascacielos. Así la franquicia prácticamente no tuvo ni que pensar la extensión de Jrue Holiday, por gigantesca que fuese (125 millones por 5 años). El compromiso es notable, sí, pero metida de lleno en el contexto creado, la única vía posible es apostarlo todo al presente.

El limitado margen de acción redujo el verano a la incorporación de Rajon Rondo, en esta situación un ‘doble o nada’; y los interesantes refuerzos de Ian Clark y Tony Allen, muy útiles cada uno en un lado de la pista. Sin embargo en agosto la lesión de Solomon Hill (baja, como mínimo, hasta el parón del All-Star) ha dejado raquítica una rotación de aleros que apunta a ser clave.

Sin tiempo para lamentar, la opción es huir hacia adelante. Con un talento interior descomunal y el resto de escenarios plagado de incógnitas, el trabajo de Alvin Gentry, aún lejos por cierto de dejar su sello a la obra, va a ser de máxima responsabilidad.

Cousins con Davis

El punto primario del éxito en New Orleans va a ser, por supuesto, cómo puedan rendir Davis y Cousins juntos. La muestra del curso pasado fue muy limitada (sólo 17 partidos, con 7-10 de balance), pero reveló algunos detalles útiles de cara a cómo pueda ser la estructura este curso.

Con ambos en cancha los Pelicans superaron a sus rivales por 5 puntos en net rating (diferencial a favor/en contra cada 100 posesiones), mostrando unos datos defensivos equivalentes a la tercera mejor defensa NBA. Ilusionante. Sólo con Davis en pista, el equipo también superó al adversario de media, aunque sólo por un punto de net rating y con un rendimiento defensivo más bajo. Sin embargo cuando fue Cousins el que estuvo en cancha sin Davis, el sistema colapsó: los Pelicans fueron destrozados atrás (encajando 117 puntos por 100 posesiones), para un -9 de net rating.

Foto: Jonathan Bachman/Getty Images

Con dos jugadores de tanto nivel y versatilidad la teoría del difícil acomodo pierde valor. Lo que sí resulta entendible es que necesiten cierta rutina jugando juntos, ocupando los espacios en ambas zonas y generando situaciones en las que el resto de compañeros pueda sacar partido. Davis y Cousins son dos interiores monstruosos y de un catálogo abrumador. Si se proponen rendir bien, será complejo que no lo consigan. Este verano ya se les pudo ver trabajando juntos, seguramente conscientes de la necesidad que tendrán ambos de mostrar plena química a partir de octubre.

Aunque suela ser Cousins, más enamorado del triple y el pase, quien se aleja del aro, las secuencias poste bajo y poste alto fluyen de forma natural, con ambos pudiendo intercambiar posiciones y teniendo capacidad para tirar, pasar e incluso botar. Y por otro lado atrás, aunque la enorme influencia de Davis facilita las cosas a Cousins, será interesante seguir el plan que desarrolle Darren Erman, asistente de Gentry especializado en lo defensivo y clave en la mejora en ese apartado, evitando que Cousins sea atacado como emparejamiento por los rivales.

El gran reto del cuerpo técnico es generar tres escenarios perfectamente viables lo antes posible: ser competitivos con ambos en cancha, sólo con Davis y sólo con Cousins. Cubriendo así toda la baraja posible.

Gentry posee mucha experiencia a la hora de diseñar ataques pero, estando por descifrar si de verdad apostará por contextos de transiciones teniendo tanto tamaño en cancha, será imprescindible que la pareja esté secundada por amenaza exterior y una mucho mejor ocupación de las esquinas, dos aspectos en los que los Pelicans naufragaron el pasado año.

Rondo como factor X

Espacio ofensivo y Rajon Rondo nunca ha sido precisamente sinónimos, pero para los Pelicans la apuesta por él puede marcar la diferencia. Para bien o para mal. Jrue Holiday es plenamente compatible con Davis y Cousins, ya que puede actuar tanto con balón como sin él, amenazando con el tiro o cortando hacia el aro. Pero Rondo abre varios interrogantes.

El primero, suele necesitar balón y peso creativo. El segundo, no abre nada la cancha. Y el tercero, hasta qué punto sus tremendas condiciones defensivas se llevarán a la práctica. Rondo coincidió con Cousins en Sacramento pero el reto ahora es mucho más complejo, aunque de fondo aparece una opción que podría cambiarlo todo.

Con un banquillo tan limitado como el de los Pelicans, especialmente por descubrir en las alas, cabe la opción de otorgar a Rondo un papel mucho más asociado a generar buenos tiros para los secundarios coincidiendo solo con uno de los grandes en pista. Eso haría más flexible el sistema y podría propiciar un renacimiento del banquillo.

Los Pelicans van a tener especialistas tanto defensivos (E’Twaun Moore y Tony Allen) como para abrir la pista (Jordan Crawford incluso tras bote, Ian Clark y Dante Cunningham mucho más asociados al tiro tras recepción y desde las esquinas). Y van a necesitarlos. Por lo que la opción de Rondo como revitalizador, como nexo entre titulares y segunda unidad, podría resultar clave.

Por otro lado, pese a contar con una pintura titular de primer nivel, el primer recambio interior también va a ser un elemento de gran valor este curso en New Orleans. Omer Asik, desde un plano defensivo, y Alexis Ajinca, enfocado más a explotar situaciones de pick&roll en ataque, deberán dar un paso adelante cuando Gentry quiera explotar formatos con dos interiores, aprovechando la versatilidad ofensiva de Cousins y Davis para permitir muchas posibilidades distintas.

Los Pelicans fueron un muy buen equipo mordiendo al triple rival el año pasado, entre los diez mejores de la Liga tanto en porcentajes permitidos como en volumen desde las esquinas. Y la presencia de hombres como Tony Allen en ese esquema posiblemente hará al bloque aún mejor atrás. El desafío estará en montar un ataque por encima de la media partiendo de los efectos de una pareja interior dominante.

Datos de lupa:

  • Colectivo:

Los Pelicans tuvieron la tercera mejor defensa NBA en el clutch (finales de partido igualados), con 97.7 de rating. Pero también el segundo peor ataque, 96.5.

  • Individual:

Anthony Davis se unió a Bob McAdoo y Shaquille O’Neal como únicos jugadores en la historia NBA que han promediado al menos 28 puntos, 11 rebotes y 2 tapones con 23 años o menos.

Situación salarial:

  • Salarios franquicia: 116.9 millones
  • Límite salarial: 99.1 millones
  • Impuesto de lujo: 119.2 millones
  • Mínimo salarial: 89.2 millones

Fuente: Basketball Insiders

  • Opción de jugador
  • Opción de equipo
  • Qualifying Offer
  • No completamente garantizado

Los Pelicans se movieron antes de verano para hacerse con DeMarcus Cousins, un movimiento tan ambicioso como arriesgado. Cousins es un talento fuera de serie pero necesita algo de tiempo para ser totalmente compatible con Anthony Davis… y lo cierto es que ese aspecto va contra el reloj, ya que el ex pívot de los Kings es agente libre sin restricciones el próximo verano. Una hipotética salida de Cousins sería un golpe serio al proyecto y la paciencia de Davis. Así que, con diferencia, el punto básico a seguir es qué sucede con Cousins en verano.

Por el camino, los Pelicans renovaron a Jrue Holiday (125 millones por 5 años), mostrando de nuevo ganas de no dejar escapar talento y tranquilizar a Davis. Pero la realidad es que los contratos de Solomon Hill, Omer Asik y E’Twaun Moore (31 millones entre los tres para este curso y todos ellos con acuerdos hasta 2020) pueden resultar incómodos. El perímetro se reforzó con Rajon Rondo e Ian Clark a bajo coste, aunque hasta el verano todos seguirán pendientes de Boogie.

Jugador a seguir:

En una época donde asoman diferentes prodigios interiores que apuntan a dominar el futuro, Anthony Davis representa uno de los casos más hipnóticos. La mejor versión imaginable de martillo interior afronta su sexto año en la Liga con el único deseo de que su dominio individual encuentre respuesta colectiva. Físico, ataque y defensa en la cumbre.

Foto: Getty

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