| Memoria 2016-17 | ||
| Balance: 29-53. Fuera de Playoffs en el Este y quinto peor récord NBA | ||
| Eficiencia Ofensiva | Ritmo | Eficiencia Defensiva |
| 101.2 (29º) | 99.1 (13º) | 108 (24º) |
| Ataque | 4 Factores | Defensa |
| 48.9% (29º) | % efectivo en tiros | 52.3% (22º) |
| 24.6% (27º) | Tiros libres | 26.3%(12º) |
| 13.3% (7º) | Pérdidas | 13.1% (24º) |
| 21.6% (21º) | Rebote ofensivo | 22.6% (9º) |
Glosario de la Memoria 2016/17:
* Ritmo: posesiones cada 48 minutos / Ef. Ofensiva: puntos producidos cada 100 posesiones / Ef. Defensiva: puntos recibidos cada 100 posesiones.
* Porcentaje efectivo: une valores en tiros de dos y triples / Tiros libres: porcentaje de tiros libres (lanzado o recibido) sobre el total de lanzamientos / Pérdidas: pérdidas de balón (propias o provocadas) cada 100 posesiones / Rebote ofensivo: Capturas de ataque (conseguidas o permitidas) sobre el total.
- Plantilla y cuerpo técnico para la temporada 2017/18
- Puntos fuertes: Potencial defensivo en las alas. Adiós al caos de despachos
- Puntos débiles: Falta de resolución individual. Ataque sin contrastar
Los Magic llevan cinco años consecutivos fuera de playoffs, de los cuales sólo en uno pudieron ganar al menos treinta partidos. Sin embargo durante ese tiempo sin pisar la fase final, en teoría suficiente para rearmarse, tampoco han sido capaces de engrosar y desarrollar una nómina de talentos que permita mirar el medio plazo con enorme optimismo. Existe talento joven, sí, pero también la duda de si alguno de esos perfiles puede realmente aspirar a liderar un proyecto.
Una vez resuelto el esperpéntico escenario con Serge Ibaka, traspasado mediada la campaña por el temor de perderlo a cambio de nada en verano (habiendo sacrificado a Oladipo y Sabonis por el camino), se consumó el cambio de poderes en una Gerencia cuya misión era empezar a dar pasos en la dirección adecuada. O al menos en una con cierta lógica.
No se tardó en lanzar un plan. La nueva pareja de poder, formada por Jeff Weltman, como Presidente de Operaciones, y John Hammond, nuevo General Manager, ya ha comenzado a tomar decisiones para rehabilitar la franquicia. Lo ha hecho a través de firmas de jugadores veteranos y con contratos poco tóxicos, algo siempre interesante para equilibrar núcleos de jugadores jóvenes.
Orlando se hizo con Jonathon Simmons (18 milones por 3 años), una excelente pieza para su rotación de aleros, además de fortalecer su fondo de armario con Shelvin Mack, Arron Afflalo y Marreesse Speights (los dos últimos por contratos mínimos), todos ellos con experiencia en la Liga y capaces de sumar en lo deportivo. Recursos, al final, para ayudar a que Frank Vogel pueda sacar defensa y/o ataque del fondo de la Liga.
La franquicia tuvo ambos rendimientos entre los seis peores NBA el año pasado, pero no todo fueron malas noticias. El traspaso de Ibaka, que hizo aterrizar a Terrence Ross en los Magic, generó dos escenarios positivos. Por un lado se flexibilizó el formato en cancha, pasando a Aaron Gordon al puesto de cuatro para tratar de oxigenar un ataque por inercia atascado. Y por el otro eso indirectamente generó el despertar de Elfrid Payton, que promedió 13.5 puntos, 8.4 asistencias y 7 rebotes tras el All-Star, dejando además cinco triples-dobles en ese tramo.
El caso Aaron Gordon
Con Ibaka en plantilla, a sumar a la presencia de Nikola Vucevic y la apuesta a largo plazo por Bismack Biyombo, en la rotación interior no había hueco para Aaron Gordon. Algo paradójico cuando para la franquicia podía resultar interesante anteponer su comodidad y probar su valor. No obstante, una vez pasó a ejercer como cuatro en quintetos más móviles, tomando más libertad, los Magic lo agradecieron.
Gordon es mucho más que un prodigio haciendo mates. Sus capacidades atléticas resultan evidentes, especialmente la explosividad con la que se mueve y su facilidad para jugar por encima del aro, pero también es un jugador que puede ejercer como generador secundario desde el puesto de cuatro y ofrece una enorme versatilidad defensiva.
El curso pasado rebajó porcentajes de acierto de los jugadores que a los que defendió en todas las posiciones (con respecto a la media de la Liga), tanto lejos como cerca del aro, circunstancia muy positiva dada la edad del jugador (22 años) y el margen de progresión que tiene aún por delante. Gordon tiene potencial para convertirse en un comodín atrás siendo un perfil prácticamente aposicional, capaz de defender un amplísimo abanico de adversarios.
Foto: Getty
El gran asunto para los Magic es cómo compatibilizarlo en ataque con Payton, ya que ninguno de los dos ha adquirido un lanzamiento fiable y para un equipo resulta demasiado problemático que sus dos generadores puedan ser flotados con descaro. Porque la alternativa más radical, emplearlo como cinco en formatos small-ball, parece cuadrar poco con el libreto clásico de Vogel.
La evolución en el tiro, en todo caso, es necesaria. El jugador ha ido aumentando progresivamente tanto su volumen de intentos desde fuera de la zona como su acierto. Pero el 36% que acredita por ejemplo desde la media distancia resulta aún demasiado frágil como para producir atención. Será relevante seguir qué tipo de trabajo técnico realiza junto a Chad Forcier, asistente de Vogel y con muchos años de experiencia en los Spurs, especialistas en el desarrollo de jugadores.
Con una extensión de contrato en el horizonte tanto para Gordon como para Payton, lo que significaría un importante compromiso económico a largo plazo, la franquicia debe mover ficha y apostar. En ambos casos no será sobre seguro aunque el perfil de Gordon sea el más sugerente de los dos en una Liga donde el talento en el puesto de uno existe casi al por mayor.
Rehabilitar el ataque
El técnico de Orlando es conocido sobre todo por su talento a la hora de construir sistemas defensivos. Pero el reto actual le invita a levantar un ataque que vivió en penumbra durante su año de estreno en el banquillo de Florida. Sólo los Sixers, sin Simmons, con Embiid sólo un tercio del curso y prácticamente sin recursos, atacaron peor que los Magic el pasado año.
Por supuesto el espacio ofensivo es el principal punto a corregir. Orlando fue el segundo equipo con peor acierto al triple la última campaña (32.8%). Pero la situación se complicó aún más al no tener tampoco una referencia clara a la hora de sumar puntos desde el exterior, porque pese a que Evan Fournier asumía con decisión esas competencias no llega a la dimensión que requería el equipo para salvar ese desequilibrio. Así Orlando necesitaba escenarios de partido con demasiada transición para anotar con solvencia pero en esos casos su defensa no soportaba los envites. Era salir de un problema para entrar en otro.
¿Cómo solucionar el problema del espacio? Las principales opciones pueden pasar por rebajar el volumen creativo a Fournier (y encaminarlo más a la ejecución) y aprovechar mucho más las esquinas (prácticamente inútiles el pasado año) con Terrence Ross y Arron Afflalo. Pero también es posible aumentar el minutaje de Mario Hezonja o directamente usar formatos muy dinámicos dando relevancia al novato Jonathan Isaac, implicando mucho más a Nikola Vucevic en poste alto o con Marreese Speights como cinco (opción ésta última interesante para la segunda unidad).
Diferente puede ser el papel de Jonathon Simmons, ya que a pesar de apuntar a esencial atrás en las ideas de Vogel, en ataque carece de un tiro de tres consistente y no parece preparado para asumir muchas funciones desde el bote. Su nivel en los Spurs fue por tramos fantástico y el dado el gran uso que hace Orlando de secuencias de ataque con pantallas indirectas –Biyombo es excelente poniendo bloqueos- para que sus exteriores reciban en ventaja, podría tomar un rol muy agresivo hacia el aro en esas situaciones.
A Vogel le gustan los sistemas de ataque largos y trabajados, por lo que cómo los compatibilice con pizarras más simples para anotar puede ser clave. A la vez, los refuerzos de verano deben dotar a la segunda unidad de algo más de poder a la hora de anotar y en ese sentido será interesante comprobar hasta qué punto el técnico da libertad creativa a Gordon, que podría ser útil rodeado de jugadores que amenacen por fuera y abran la pista. Orlando necesitará reanimar su ataque si quiere ser un equipo medianamente competitivo en el Este.
Datos de lupa:
- Colectivo:
Los Magic permitieron 46.6 puntos por partido en la pintura, quinto dato más alto en la Liga.
- Individual:
Nikola Vucevic fue uno de los tres pívots NBA que promedió al menos 14 puntos, 10 rebotes y 2.5 asistencias.
Situación salarial:
- Salarios franquicia: 97.7 millones
- Límite salarial: 99.1 millones
- Impuesto de lujo: 119.2 millones
- Mínimo salarial: 89.2 millones
Fuente: Basketball Insiders
- Opción de jugador
- Opción de equipo
- Qualifying Offer
- No completamente garantizado
Después de la asombrosa situación de Ibaka, al que los Magic ‘alquilaron’ unos meses desprendiéndose de Oladipo y Sabonis… para luego ofrecer un gran contrato a Biyombo, lo que más necesita Orlando es orden en su toma de decisiones. La llegada al puesto de General Manager de John Hammond circula en esa línea. Aunque el que fuese ‘Ejecutivo del Año’ en 2010 no lo va a tener fácil, especialmente considerando que carece de una verdadera identidad sobre la construir.
Orlando apostó este verano por Jonathon Simmons (18 millones por 3 años) y reforzó su estructura de rotación con veteranos como Shelvin Mack (12 millones por 2 años), Arron Afflalo (2 por 1) y Marreese Speights (también 2 por 1). Como grandes compromisos siguen existiendo los de Fournier y Biyombo, pero los contratos de Vucevic y Ross (junto a los dos anteriores, únicos por encima de los 10 millones anuales) expiran en 2019, por lo que la flexibilidad va a ir creciendo con el paso de los meses mientras la franquicia va resolviendo cuánto apostar (o no) por Aaron Gordon y Elfryd Payton, pendientes de extensiones.
Jugador a seguir:
Sus números siempre parecen estar por encima de su impacto real sobre los partidos. Pero Nikola Vucevic, frío como el hielo, es un reloj a la hora de producir puntos, rebotes y desahogo ofensivo. Incluso con su defensa y esfuerzo bajo eterna sospecha, ofrece recursos individuales y buen tiro para un equipo que necesita ambas cosas en plenitud.
Foto: FIBA
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