Los Golden State Warriors han ganado tres anillos en las últimas cuatro temporadas y el próximo curso buscarán sus quintas Finales consecutivas. Los vigentes campeones mantienen intacto su núcleo y además se han reforzado con DeMarcus Cousins (aunque no está claro cuándo podrá volver y a qué nivel lo hará) pero, aunque parten como grandes favoritos, Steve Kerr ha avisado de lo difícil que será conseguirlo. Aquí está la interesante reflexión del entrenador de los Warriors en el San Francisco Chronicle:
«Ningún equipo icónico de la era moderna [ha conseguido llegar a cinco Finales seguidas. Ni los Bulls, ni los Spurs, ni los Lakers, ni los Celtics de los ’80. Y hay una razón: es un reto muy complicado. Los veranos se hacen más cortos, los equipos son cada vez mejores. La motivación del primer anillo se nota cada día durante la temporada, pero cuando ya has ganado unos cuantos es más difícil generar esa energía y ese entusiasmo. Y ahí es donde entran en juego la creatividad de los entrenadores y el liderazgo interno de los jugadores».
Steve Kerr, que ya jugó cuatro Finales seguidas a su paso por los Chicago Bulls y los San Antonio Spurs (1996-1999), tiene algunas ideas sobre cómo combatir esa rutina. Cambiará algunas cosas pero, subraya, los Warriors no cambiarán su estilo de juego:
«Mi intuición me pide cambiar algunas cosas, cambiar la rutina un poco. Llevamos cuatro años haciendo básicamente lo mismo. No vamos a cambiar nuestro estilo de juego. Por supuesto meteremos algunas jugadas al poste para DeMarcus Cousins, pero en términos generales no vamos a cambiar lo que somos.
Creo que para mantener su interés, y para mantenerlos frescos, tenemos que cambiar algunos aspectos de nuestra rutina. Ya veremos qué significa eso. Podría ser cambiar o incluso eliminar las ruedas de tiro, o hacerlas sólo ocasionalmente. Podría significar cambiar la estructura del entrenamiento, cambiar el tiempo que pasamos en la pista, o mezclar diferentes ejercicios».
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