Los Warriors se sacudieron toda la presión de encima tras dos derrotas en las que perdieron su identidad de toda la temporada. Pese a un mal arranque de partido con unos arrolladores Cavs, Curry e Iguodala se pusieron el mono de trabajo y ganaron como les gusta a Cleveland: 103-82.
La reacción llegó ante los Grizzlies en rondas previas y también lo ha hecho ahora. Una victoria que iguala la serie a dos y que permite respirar a los jugadores de Steve Kerr, que recuperan el factor cancha y fuerzan, mínimo, el sexto partido. Y es que la titularidad sentó bien al bueno de Iguodala. Su defensa sobre LeBron James y sus 22 puntos y 8 rebotes, claves en la marcha del encuentro. Ningún jugador sumó números de escándalo, pero muchos aportaron. Vuelta a las señas de identidad de la franquicia de California.
«Hazle trabajar tan duro como sea posible», dijo Iguodala como plan para derrotar a LeBron. «Lo lleve a tiros difíciles. Ves su fortaleza, pero nos fijamos en sus debilidades y tratas de sacarlo de su zona de confort. Suena más fácil decirlo que hacerlo», añade.
James redujo su aportación de 40 a 20 puntos, pero también aportó 12 rebotes y 8 asistencias. En la línea del triple doble. Pero no era el día. Pese a ganar el rebote, los Warriors repartieron más juego y estuvieron más acertados en el tiro. Cleveland, por debajo del 35% en tiros de campo y en un 14,8% desde la larga distancia. Mala noche.
Próxima parada, el Oracle Arena. ¿Quién se volverá a adelantar en la serie?