Los Mavericks son los grandes especialistas en prórrogas de la NBA. Anoche volvieron a necesitar de un tiempo extra para batir a los Wolves (106-94). Es el sexto partido de la temporada que los tejanos alargan (ante los Kings, doble), con un balance de 5-1. No diga prórroga, diga Mavs.
Wesley Matthews fue el protagonista del último minuto reglamentario. Una valiente entrada a canasta, chocando con Towns, empató a 89 a 1:25 del final. Pero en la jugada decisiva erró un triple mal seleccionado tras un pésimo 1×1 ante Wiggins a 4 segundos.
Muhammad aún pudo decantar el resultado para los visitantes, pero en vez de lanzar desde lejos optó ir hasta el aro… al que llegó ya encendido en rojo. En la prórroga, los Wolves se diluyeron completamente. Ricky Rubio tuvo un nublada noche: 2 puntos con 1/9 tiros y 5 pérdidas, compensadas en parte por sus 11 asistencias.
Un triple de Chandler Parsons, máximo anotador del choque con 30 puntos, fue la puntilla (98-93). Towns puso réplica con 27 tantos y 17 rebotes.
Los Mavericks terminaron encontrando el camino del triunfo pese a la baja de Dirk Nowitzki (rodilla derecha) y los diez puntos abajo a falta de 6:46 (74-84 tras 2+1 de Wiggins). O dicho de otra manera: los Wolves volvieron a encontrar la senda hacia la derrota.
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