La guerra abierta entre los jugadores de la NBA y Donald Trump acabará con una tradición en la competición: la visita de los campeones a la Casa Blanca durantela nueva temporada. No será el caso de los Warriors, a los que el nuevo presidente no recibirá, tras un cruce de declaraciones entre este y Stephen Curry, un de las estrellas del equipo.
Desde que Trump fuera elegido presidente, a pesar de la campaña de muchas estrellas NBA por Hillary Clinton, varios fueron los jugadores que comenzaron a plantear no acudir a la visita a la Casa Blanca. En el media day de los Warriors que da inicio a la pretemporada, Stephen Curry lo confirmaba con unas palabras que iniciaban la ‘guerra’.
«No quiero ir, mi pensamiento es el mismo. No apoyamos las cosas que dice y que no dice en el momento correcto. Esperamos que actuar de esta manera inspire algún cambio en lo que respecta a tolerancia en este país. No es sólo el acto de no ir, a final son cosas que tienes que hacer para que el mensaje se mueva», afirmaba el dos veces MVP de la competición.
Unas palabras que tenían respuesta de Trump a través de su cuenta oficial de Twitter. «Ir a la Casa Blanca es considerado un gran honor para un equipo campeón. Stephen Curry está dudando, por ello, la invitación queda retirada». Un mensaje no del todo correcto, puesto que como confirmaba Steve Kerr a la ESPN, los Warriors todavía no habían sido invitados.
Que Trump entrara al juego y contestara a Curry ha provocado reacciones de todo tipo: desde un comunicado oficial de los Warriors, a críticas de LeBron y Kobe al presidente. «Curry ya dijo que no iba a ir. Por ello, no hay invitación. Ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que apareciste», comenta el de los Cavaliers, que enviaba un mensaje al presidente a través de Uninterrupted.
«It’s not about dividing. We as American people need to come together even stronger.” — @KingJames responds to @realDonaldTrump’s comments. pic.twitter.com/UHpzXpb42K
— UNINTERRUPTED (@uninterrupted) 23 de septiembre de 2017
Kobe, por su parte, también se mojaba: «Un presidente cuyo solo nombre genera división y odio. Cuyas palabras inspiran discordia y odio posiblemente no pueda hacer a América grande de nuevo».
Los Warriors también reaccionaban a las palabras de Trump, y emitían un comunicado defendiendo el derecho de su jugador a «expresarse en libertad en temas importantes para él». y se sentían «decepcionados por no tener la oportunidad de compartir puntos de vista y tener un diálogo abierto en temas que tienen impacto en nuestras comunidades y sentimos que sería importante plantear».
«Decidimos que usaremos nuestro viaje a la capital en febrero constructivamente para celebrar la igualdad, diversidad y la inclusión, valores que abrazamos en nuestra organización», concluye la franquicia.
Diferente era la respuesta de Adam Silver, comisionado de la NBA, que se mostraba «decepcionado» por el hecho de que la visita no se vaya a producir: «Estoy a favor de los equipos visitando la Casa Blanca, es una oportunidad excepcional de compartir sus puntos de vista directamente con el presidente».
Silver puntualizaba, eso sí, que «estoy orgulloso de nuestros jugadores asumiendo un rol activo en sus comunidades, y por continuar alzando la voz ante problemas importantes».
Por último, Stephen Curry cerraba el círculo. El jugador afirmaba que el tweet de Trump era «surrealista, para ser sincero. No entiendo por qué necesita apuntar a ciertos individuos en vez de a otros. Puedo tener una cierta idea, pero es algo indigno por parte del líder de un país seguir esa ruta. Eso no es lo que los líderes hacen». ¿Seguirá el cruce de declaraciones?
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