De formar parte del Mejor Quinteto de novatos a jugar apenas 10 minutos y tener un papel testimonial en la rotación de los Knicks. Esta es la situación de Willy Hernangómez en su segundo año en la NBA.
«Ha sido muy duro para mí», admite el internacional español al NY Post. «Trabajo duro cada día e intento estar a punto por si me necesitan. Estoy orgulloso de apoyar a los compañeros desde el banquillo porque ahora ganamos. Pero es duro. He jugado 15 partidos en toda la temporada. Trabajo para estar listo. No me gusta mi situación y cuando tenga una oportunidad en la pista, en la intentaré aprovechar».
Willy no ha participado ni la mitad de los partidos del equipo (34). Y su protagonismo ha bajado de los más de 18 minutos de media en su primer año a apenas 10. Un descenso que ha afectado a sus promedios, que ahora son de 5,3 puntos y 3,4 rebotes.
«Soy joven, es mi segundo año. Tengo que jugar para mejorar. He estado trabajando duro cada día. Todo lo hago al cien por cien», continúa destacando Willy, que no sabe qué pasará antes del cierre del mercado. Y tampoco cierra ninguna puerta: «Quiero jugar, quiero jugar. De verdad que quiero estar aquí, me encanta Nueva York y Porzingis está aquí. Pero quiero jugar».
Los Knicks cuentan con él para el futuro, pero ahora es la tercera opción en la posición de pívot, por detrás del titular Enes Kanter y de su recambio, Kyle O’Quinn. Unos roles que podrían cambiar dependiendo de la situación del equipo en las próximas semanas.
Según las fuentes consultadas por el NY Post, si los Knicks llegan al cierre del mercado, el 9 de febrero, con pocas opciones de disputar los playoffs, es muy probable que traspasen a O’Quinn y que el protagonismo de Willy aumente. Ahora mismo, el equipo es noveno en la Conferencia Este (17-17), a un partido de distancia del octavo puesto que ocupan los Miami Heat (18-16).
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