Amaya Valdemoro protagonizaba uno de los momentos más emotivos en la Gala de los 30º Premios Gigantes celebrada en L’Alqueria de Basket. La ilustre del baloncesto español se llevaba el Gigante Jugadora Leyenda, y se reencontraba en Valencia con una de las figuras más importantes de su vida: Miki Vukovic.
Tras fundirse en un emotivo abrazo, el que fuera su entrenador en el Dorna Godella entregaba a la jugadora un recuerdo en forma de ramo de flores. Antes, Valdemoro le dedicaba unas bonitas palabras en un discurso cargado de emoción.
«Es un orgullo recibir el premio en Valencia. 7 años he jugado aquí. Me vieron crecer como jugadora. Y hay una persona a la que querría agradecer este premio, se lo debo en gran parte a Miki Vukovic», comenzaba la jugadora.
Posteriormente, se dirigía directamente a su ex entrenador: «No tengo palabras para agradecer todo lo que hiciste por mí. Cuando vine con 15 años, cuando murió mi madre, aparte de ser entrenador has sido una persona especial en mi vida. Me moldeaste como jugadora y como persona, estaré eternamente agradecida».
Amaya ejemplificaba la influencia del técnico recordando una anécdota de su primer año a sus órdenes: «Cuando llegué tenía 15 años. Me venía a buscar a casa porque vivíamos cerca, íbamos a entrenar, me explicaba todo el entrenamiento, me quedaba a entrenar con él más tarde, volvía y me echaba la charla».
«Y un día bajé 5 minutos tarde, y cuando llegué ya se había ido, era día de partido y tuve que parar un coche. Así me fue moldeando, ahora soy la tía más puntual del mundo», concluía. Dale al play y no te pierdas el momento al completo.
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