Tras la sufrida victoria en Bielorrusia, España prepara ya su cuarto compromiso del clasificatorio para el Mundial de 2019, segundo encuentro correspondiente a la también segunda ventana FIBA. Un choque importante, puesto que las victorias ante equipos clasificados, como será el caso de Montenegro, se arrastran para la segunda ronda.
Scariolo, que ha anunciado cambios en la convocatoria -salen Vicedo y López-Arostegui y entran Arteaga y Barreiro- valoraba el duelo ante los balcánicos en una entrevista con Faustino Sáez, periodista de El País, donde también dejaba una interesante reflexión sobre la guerra entre FIBA y Euroliga, todavía sin solución.
«Ojalá el baloncesto encuentre la fórmula de repartir esfuerzos y competencias de forma armónica. La esperanza no puede morir, porque eso sería pensar que los que nos gobiernan no buscan el bien común, sino sus propios intereses», comenta el técnico.
Scariolo afirma no ser «optimista a corto plazo» y que la guerra de superpotencias es «una situación que está teniendo un gran efecto negativo», especialmente «paralizando los esfuerzos y la inversión en el campo de la formación».
Sobre este aspecto, el seleccionador nacional dejaba una última reflexión: «Estamos más pendientes de utilizar las normas para sacar rendimiento rápido que de mejorar la inversión, la calidad del trabajo y la pasión que ponemos en buscar talentos de nuestras canteras».
«Es un problema global. Hay desregulación en la importación de jugadores, en los pasaportes… y estamos poniendo más energía en buscar los atajos que en construir el camino. La NBA se llevará a nuestros jugadores cada vez más jóvenes y pagaremos las consecuencias a medio y corto plazo», concluye Scariolo.
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