Cada vez es más frecuente escuchar la palabra campus asociada a distintas disciplinas deportivas como el baloncesto. Sobre todo, en fechas estivales como el verano o la Navidad. Sin embargo, existe mucho desconocimiento en torno a este concepto. ¿Quieres saber por qué?
¿Sabías que un campus de baloncesto puede ser mucho más que entrenar? Los jóvenes no solo mejoran sus habilidades y su conocimiento del deporte, sino que también desarrollan valores y amistades que les acompañarán toda la vida. En un campus se sumergen en un ambiente de aprendizaje y diversión, donde cada entrenamiento es una oportunidad para ganar confianza, trabajar en equipo y descubrir todo lo que son capaces de lograr.
En Campus Gigantes Basket Lover llevamos 11 años trabajando con chicos y chicas y sabemos cómo hacer que cada joven alcance su máximo potencial. No solo nos centramos en cumplir objetivos; queremos más. Nuestros campus, organizados en colegios, universidades o centros con instalaciones de primer nivel, están diseñados para ofrecer una experiencia integral que va mucho más allá del entrenamiento. Aquí, cada detalle cuenta para que se sientan apoyados, motivados y, sobre todo, inspirados.
Pero vamos a contarte más cosas sobre los campus de baloncesto, para que sepas qué debes tener en cuenta a la hora de elegir. Vamos a responderte a las siguientes preguntas: ¿cómo se estructura un campus de baloncesto? ¿cuáles son sus objetivos? ¿qué beneficios tienen?
La estructura de un campus de baloncesto
La estructura difiere mucho del tipo de campus: si está enfocado solo a entrenar, si también se compite… No obstante, todos guardan relación. Lo primero es la bienvenida, en la que los entrenadores, asistentes y todo el personal se presenta. En este apartado también se configurarían los diferentes grupos y se asignaría el material (camisetas, sudaderas…). En el caso de nuestro Campus, siempre garantizamos grupos reducidos para un trabajo individualizado en el cual se pueda focalizar mejor en los detalles. Pero, ¿cómo es el día a día? Te lo desvelamos.
Depende del formato del campus (duración del mismo, pernoctando fuera…), aunque lo más habitual es proceder a calentar y a estirar para después llevar a cabo las pertinentes sesiones técnicas o tácticas. Después, si es de jornada completa, se para la actividad a mediodía para comer y disfrutar de un rato libre para que los jóvenes también puedan relacionarse fuera de la cancha. Por la tarde, de nuevo más sesiones, antes de culminar con charlas o talleres y la cena. Descubre aquí el trabajo diario en el Campus Gigantes Basket Lover.
La rutina puede variar, con ejercicios diferentes o actividades programadas. Por último, tocaría hacer balance de lo aprendido y entregar el certificado o reconocimiento, o incluso premios en el caso de que se haya competido.
Los objetivos de un campus de baloncesto
Uno de los focos es mejorar las habilidades. Gracias a los entrenadores que conforman el campus de baloncesto, los jóvenes participantes aprenden a mejorar el balón, la mecánica de tiro, la velocidad, la precisión de los pases, la toma de decisiones en la pista y la defensa, entre otros muchos aspectos.
Pero hay mucho más. El juego en equipo adquiere una importancia vital, sobre todo en el baloncesto. Los mejores campus de baloncesto, como el Campus Gigantes Basket Lover, enseñan también a interpretar acciones, a reaccionar ante diferentes situaciones, a moverse sin balón o a estar pendiente de los compañeros. Respecto a esto último, en este tipo de eventos se aprenden valores como el respeto a los demás, el compromiso, la disciplina o el esfuerzo.
Por supuesto, deben valorarse otros factores como la preparación física, que también se trabaja en los campus de baloncesto, ya que es una característica vital para este deporte. Otro de los objetivos es el aspecto mental. Diversos eventos de este tipo incluyen charlas motivacionales o sesiones con psicólogos para aumentar el desarrollo personal y la mentalidad ganadora. Lo más importante, no obstante, no es precisamente el baloncesto, sino lo que conlleva su práctica. ¿A que nos referimos? Sigue leyendo.
Los beneficios de participar en estos eventos
De los objetivos pueden extraerse los beneficios. Es bueno para los jóvenes acudir a este tipo de citas porque mejoran técnica y tácticamente. También aprenden a prevenir lesiones gracias a la información de los entrenadores. Las charlas de los psicólogos contribuyen a que los participantes incrementen su confianza y autoestima y sepan manejar mejor su presión, participar en equipo…
Precisamente, uno de los grandes beneficios que ofrece un campus de baloncesto en Navidad o en cualquier otra época es la socialización. Es vital que tu hijo o hija aprenda a relacionarse con facilidad. En estos eventos pueden crearse amistades que duran para toda la vida. A nivel competición, estos campus pueden ser una oportunidad para que los jóvenes se acerquen a su sueño de ser profesionales, siendo observados por entrenadores que entienden de talento y de proyección. En conclusión, un campus de baloncesto no es solo un evento en el que se mejoran las habilidades. Requiere de una estructura y tiene objetivos y beneficios mucho más allá.
En Campus Gigantes Basket Lover cuidamos al milímetro cada detalle para que la aventura de todos los que acuden sea única y quieran repetir. La experiencia organizando este tipo de eventos consolida el nuestro como uno de los mejores campus de baloncesto, sin duda.
Si estás interesado en la Inscripción a nuestro Campus de Baloncesto en Navidad, puedes consultar toda la información en el siguiente enlace: https://www.campusgigantes.com/
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