Este mes de mayo saltaba a los medios de comunicación de Rumanía el descubrimiento de Robert Bobroczky, un joven de 13 años y 2.16 metros de altura. Hijo de un ex baloncestista y una jugadora de balonmano, juega en el equipo que preside y dirige su padre en Arad, la zona más occidental de Rumanía.
Su padre Zigmond reconocía a Sport.ro que muchos equipos de Europa se habían interesado por él, entre ellos el F.C. Barcelona y el Real Madrid, pero no sabía “a ciencia cierta si ir, estamos pensándolo”. El Laboral Kutxa se adelantó a todos ellos y le invitó a probar en sus instalaciones.
Las cámaras de ETB le pillaron acompañado de su familia presenciando el tercer partido de los cuartos de final de la Liga Endesa ante el Herbalife Gran Canaria en el Fernando Buesa Arena.
Este ha sido el primer contacto del joven con el baloncesto español. No está previsto que se incorpore a ningún equipo ya que sus padres quieren que siga su desarrollo en su país y en su entorno dada su corta edad.
