Casi dos décadas de vida tiene ya uno de esos Centro de Tecnificación que hay en el territorio nacional dedicados exclusivamente a la mejora del jugador. A sacar, en definitiva, la mejor versión posible de él. Es el Centro de Tecnificación de las Islas Baleares, situado en Mallorca. El Polideportivo Príncipes de España acoge a 23 programas deportivos entre los que se encuentra el baloncesto.
Y lo ha hecho, desde el 2002, con un nivel tan alto que ha sacado a jugadores ACB o Liga Femenina Endesa de sus instalaciones. «Yo tengo la experiencia muy positiva de mi hermano Joan. Su crecimiento allí fue exponencial. La diferencia es el tiempo que trabajan con el jugador, que ningún club de Baleares y prácticamente de España puede acceder a ello. Hacen hasta 9 sesiones a la semana», cuenta Toni Sastre, hermano del internacional español y actual director deportivo del Ciutat d´Inca, colindante con el Centro de Tecnificación del Polígono de Son Castelló.
Jose Luis Alberola Sánchez es el director técnico del programa del Centro de Tecnificación CTEIB (como se le conoce) balear, que desde el verano pasado tiene la capacidad de atraer y becar talentos también a nivel nacional (antes sólo lo hacían en Baleares). «El objetivo es transformar el deporte colectivo en un trabajo individualizado», cuenta el propio José Luis, mientras que Toni va más allá. «Tiene el mecanismo de combinar estudio con deporte, en España hay pocos sitios que lo pueda hacer».
Orígenes
«Esto comienza en el 2002, cuando el gobierno balear, que ya llevaba tres o cuatro años trabajando con deportes individuales como la lucha, la natación, la gimnasia o el tenis (en el grupo que comenzó Rafa Nadal) intentó ampliar el horizonte. Y le propuso a la federación balear poder entrar en su infraestructura con el baloncesto como primer deporte colectivo», comenta José Luis, dejando claro la meta del gobierno. «Evitar la fuga de deportistas jóvenes con cierto talento a la Península».
Así comenzó el mundo de la canasta en el Centro de Tecnificación de las Islas Baleares, primero sólo con chicas. «Empezamos con 15 chicas de la generación 87 y 88 con un año para adaptarnos. Al siguiente, en la temporada 2003-2004, incorporamos al género masculino y conseguimos a 20 chicos y 20 chicas (siempre nos movemos alrededor de 40 deportistas becados). Son dos mundos diferentes, el mismo deporte pero con caminos totalmente heterogéneos», destaca el director deportivo, que está feliz con lo conseguido hasta ahora. «No nos esperábamos que durara tanto. No somos una cantera ACB. Baleares es pequeña, apenas 1 millón de habitantes, por eso no estamos nada descontentos».
Forma de trabajo
Lo primero a conocer es el día a día de este centro balear. La condición es clara: se entra en 3º de la ESO y con posibilidad de estar hasta 2ª de Bachillerato. Mientras, se ayuda a que pueda compatibilizar el ámbito académico con el deportivo. «Se creó un instituto sólo para los chicos becados para el alto rendimiento. Allí sólo puede haber deportistas del centro, y en horario especial. Estudian de 8 a 11 de la mañana, para después entrenar de 11 a 13:30 horas. Paramos para comer y por la tarde igual. De 15-17 estudian y de 17-19 entreno con los cuatro técnicos y dos preparadores físicos que estamos en el basket», desmenuza José Luis.
Un día a día que ahora se ha visto interrumpido por la pandemia que ha afectado al mundo. El director técnico del CTEIB lo explica. «Lo hemos llevado regular. Hemos intentado mantener los objetivos individuales que nos planteamos cada año con ellos, hemos revisado el trabajo de fuerza, o de agilidad, y en el tema académico soy exigente y estoy detrás de ellos para que terminen el curso de manera digna. Además, hemos utilizado mucho el vídeo. Tenemos una plataforma en el que les colgamos cortes individualizados para que vean acciones como el 1×1 tras bote, la defensa etc… nos ha ayudado un poco a mantenernos vivos».
Nombres
Una forma de trabajo que ha calado y que ha hecho que el Consejo Superior de Deportes, viendo el buen trabajo realizado, haya querido abrir fronteras para que pueda llegar gente de fuera. Antes, muchos nombres hicieron crecer el programa. «Joan Sastre, Miki Servera, Álex Suárez, Sergi Garcia, su hermano Marc, chicos que han conseguido jugar en EBA/LEB Oro… y en chicas, Gaby Ocete, Alba Torrens estuvo en el primer programa de iniciación y seguimiento, Nogaye Lo… además de los muchos chicos y chicas que no terminan el programa por las llamadas de canteras ACB y LF. Contra esos es difícil luchar», destaca Alberola, que no deja de buscar iniciativas para progresar en el día a día.
«Los chicos y chicas en edad cadete juegan la liga junior de Baleares, y los junior disputan la competición senior de primera nacional balear. Hace una década se me ocurrió llamar a las puertas de los clubes con categorías FEB que juegan en la región y les hice una proposición: que nos vinculáramos a nivel deportivo y si algún chico o chica les podía ayudar a entrenar o competir, mejor. Nosotros queríamos encontrar rendimiento, que vieran baloncesto. Escuchar en un vestuario a un entrenador, o que veterano te dé un toque, con esto dimos un salto de calidad. Por ejemplo, lo hicimos con Inma Zanoguera, que jugó en Sóller en LF, o también con Gaby Ocete».
Nuevas metas
El Centro de Tecnificación de las Islas Baleares no deja de intentar evolucionar. Y las nuevas miras con la posibilidad de atraer jugadores de toda España les hace poner el foco en ese tipo de jugador que no tienen: el interior, tal y como destaca José Luis Alberola. «Nuestra estructura no es de tener chicos grandes, por lo que buscamos incorporarlos. Queremos ayudarles a ellos y nosotros también beneficiarnos».
¿Y en qué se pueden basar para conseguirlo? En ofrecer un proyecto diferenciador. «Proponemos que se llegue al máximo de las posibilidades técnicas de uno mismo y luego el futuro te dirá donde podrás estar. Intentamos mucho disfrutar de que aprendan a jugar, sobre todo sin balón. Personalmente creo que en estos últimos años el jugador y jugadora español son muy buenos con el balón en la mano, pero nos cuesta mucho el juego colectivo a través del pase. Hay que intentar entender el juego, y hacer que el jugador pueda jugar en dos posiciones».
Todo esto lleva a hablar de cuáles pueden ser las metas en un plazo medio de unos años para el Centro de Tecnificación balear. «Nos gustaría que el siguiente paso fuera el poder competir en chicas en competiciones como la Liga Femenina 2 o en chicos más arriba. Nos ayudaría a tener un poco de valor con la competición, porque nos coloca. Por lo demás estamos muy bien. Siempre lo digo: somos unos privilegiados de poder contar con esto».
Las palabras de dos jugadoras recién llegadas
Claudia Ripoll y Lucía Pedrera son dos jugadores que han pertenecido estos últimos años al Básquet Ciutat D’Inca y que tienen entre 13 y 14 años. Desde la próxima temporada estarán en el Centro de Tecnificación Balear y han valorado para Gigantes del Basket su llegada allí.
Claudia Ripoll: «Una oportunidad que no voy a desaprovechar»
Formar parte de este nuevo reto. «Para mi fue una decepción no poder ir a la selección, pero solo van 12 y hay que seguir trabajando y ahora poder ser elegida por el centro es lo más de lo más, sé que no va quien quiere al centro, voy a disfrutar trabajando y aprendiendo. Es una oportunidad que no voy a desaprovechar».
Objetivos. «Quiero mejorar en todos los aspectos, sobre todo física y mentalmente».
¿Razones para incorporarte a este desafío? «Primero para seguir mejorando mis cualidades, segundo porque sé que hay otras jugadoras de las cuáles quiero aprender y un gran cuerpo técnico».
El apoyo de su antiguo club. «Muchísimo, pienso que estaba en un club donde las cosas me salían bien y que era importante para él, pero sé que en ningún momento me ocultaron el interés del centro para primero ir a los entrenos y luego para que fichase por él. Siempre le voy a agradecer este gesto al club».
Lucía Pedrera: «Espero mejorar en todos los aspectos técnicos y físicos»
Formar parte de este nuevo reto. «Una oportunidad muy buena para seguir mejorando y crecer como persona y como jugadora. Estoy muy agradecida de que el CTEIB se haya fijado en mí para este proyecto. Quiero trabajar muy duro tanto en lo deportivo como en el colegio y aprovecharlo al máximo».
Objetivos. «Espero mejorar en todos los aspectos técnicos y físicos».
¿Razones para incorporarte a este desafío? «Porque creo que es la mejor opción para seguir evolucionando en estos momentos, con unos métodos diferentes y más horas de entrenamiento, sin que esto influya en mis estudios».
El apoyo de su antiguo club. «El Ciutat d’Inca siempre ha tenido en cuenta lo mejor para mí y me ha ayudado mucho a tomar esta decisión tan importante. Estoy muy agradecida».
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— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) June 1, 2020
Fotos: Toni Sastre
