La moneda al aire sigue cayendo del lado de Cataluña. El conjunto entrenado por Enric González se llevó una final que tardará tiempo en olvidarse ante Andalucía, a la que venció en la prórroga por un espectacular 85-83. Las catalanas tuvieron que ganar varias veces a las andaluzas, que ‘miguita a miguita’ como pedía su entrenador, estuvieron a punto de conseguir una corona que llevan buscando cinco años.
A la quinta tampoco fue la vencida para Andalucía. En un encuentro trepidante, que honra cada gesto de alabanza al baloncesto de canasta pequeña, la selección catalana empezó intentar golpear a un conjunto que resistiría varias veces. Muestra de ello, el 14-13 al final del primer sexto, con una pasión desbordante en un Bahía Sur a reventar de aficionados.
No contaba ni estaba entre las favoritas, pero la historia de ensueño de las andaluzas se hacía cada vez más grande según aumentaba el choque. Fruto de ello, consiguió ventajas que rondaron os 10 puntos en el segundo sexto, y que sólo se vieron remontadas por la entrada en acción de una espectacular Marina Asensio. Varias canastas consecutivas con su firma pusieron el 39-30 al descanso.
A la vuelta, la locura. Cataluña, a punto de marcharse, pero las ‘hormiguitas’ (como las bautizó su entrenador) aguantaban una y otra vez. A falta de dos minutos para llegar al final del cuarto sexto, 57-50. En un abrir y cerrar de ojos, 57-56, y la gloria que no tenía aún un nombre escrito.
Lo hizo finalmente para las catalanas. Eso sí, los últimos 13 minutos (ocho del sexto período y cinco de la prórroga) dejaron en el recuerdo canastas trepidantes. Para forzar la prórroga, llegó un triple de Alba Morales por parte andaluza. En la decisión del choque, el guion fue el contrario, Mariona Mulio de Cataluña anotó desde fuera y Noemí Ugochukwu (de Andalucía) falló dos tiros libres. El título ya es catalán un año más, pero el nivel de su rival le elogia casi como si el campeonato fuera suyo.
