COPA DEL MUNDO FEMENINAEstás viendo//Cambage se salió con la suya. ¡A por el bronce ante Bélgica!
Cambage se salió con la suya. ¡A por el bronce ante Bélgica!

Cambage se salió con la suya. ¡A por el bronce ante Bélgica!

España lo intentó pero fue incapaz de derrotar a una Australia liderada por su pívot más estelar. El domingo jugará por el tercer y cuarto puesto.

Estuvo muy, muy cerca. España no pudo con la Australia de la ‘ogro’ Liz Cambage (66-72), pero acarició el triunfo en una demostración más de su carácter competitivo, indomable. En los últimos tres minutos, con empate a 64, se esfumó una repetición de la final mundialista de hace cuatro años ante USA. Pero la lucha por el bronce ante Bélgica debe ser el colofón perfecto a esta Copa del Mundo de Tenerife. El sueño continua.

La pívot aussie de 2.03 metros, compañera de Leticia Romero en las Dallas Wings, fue una pesadilla (33 puntos, 15 rebotes, 4 tapones…), pero las chicas de Lucas Mondelo y la afición tinerfeña estuvieron a punto de sacarla de quicio. Cometió tres personales en ataque (Nicholls, Casas y Bea Sánchez se las provocaron). Y tras pasarse todo el encuentro provocando con gestitos, el público logró sacarla una técnica con 61-61. Fue una encomiable labor de equipo, pero finalmente se salió con la suya.

El partido comenzó con ambos equipos con sus formaciones esperadas: España dejando a Xargay como sexta jugadora y Australia con cuatro WNBA en pista (la quinta, Whitcom, campeona con Seattle, sale del banquillo). Un único emparejamiento se repetía en ambas canastas: Torrens versus Talbot. Apuesta fuerte local con Palau sobre Bec Allen

Primera jugada: falta en ataque de Cambage sobre Nicholls con eufórica reacción de una grada entregada. Pero las Opals arrancaron fuerte, basadas en la potencia de su center: en poco más de cinco minutos lograban la psicológica diferencia de diez puntos (6-16) con nueve tantos de Cambage. La tormenta alcanzó hasta un preocupante 6-21 (y 2ª falta de Astou), castigando ahora con triples cada intento zonal hispano. Jarro de agua helada total.

En medio de esa zozobra que amenazaba con romper el choque a las primeras de cambio, aparecieron en cancha Ouviña y Casas, los revulsivos en cuartos ante Canadá. Y la reacción comenzó, paulatina pero constante (15-23, minuto 10).

En el segundo cuarto, con sendas segundas unidades (Casas sobre Allen), la defensa sin tregua de las anfitrionas comenzó a atascar el ataque aussie. Además, llegó la segunda personal de Cambage, también en ataque, en esta ocasión sobre Casas en una transición (20-27). En ese momento, regresan al parqué Palau, Torrens y Astou.

Y dos triples seguidos de la alero mallorquina desataron la locura en el Santiago Martín: el segundo, ‘desde su casa’, empataba a 30 a tres minutos del descanso. Y otra bomba desde 6,75 de Astou ponía por delante a España por primera vez (33-32). Y un enceste final de Cruz, en una acción muy característica, nos llevaba a los vestuarios por delante (35-34). En esta primera mitad, España apenas estuvo 22 segundos por delante (por los 16 minutos de las australianas). La táctica del conejo funcionó… a la media parte.

Pívots cargadas de faltas

En la reanudación, mismo guión del inicio con cambio de backcourt español: Ouviña y Casas, en primera línea de fuego. Y el carrusel de personales de las pivots locales fue un goteo constante: en apenas cuatro minutos, del 22 al 26, Astou, Nicholls y Gil cometían sus cuartas faltas. Pero cuando peor pintaba, otra nueva reacción fabulosa de nuestras chicas. Con Bea Sánchez pegándose con Cambage. ¡Más madera! Parcial de 8-0 y 55-48 a favor. Final del tercer cuarto 58-50. ¿Espejismo? No, real como la vida misma. La final, ahí, a diez minutos.

Pero en apenas dos minutos, Australia retomó el mando con un 0-9  con seis tantos de Cambage (58-59). Un triple de Astou despertó a todos (61-59)… pero en la defensa siguiente era eliminada con 6:35 minutos por jugarse (61-61). Y a 3:44, Nicholls al banco (64-64).

La final de la Copa del Mundo de Tenerife, en tres minutos: Mondelo apostó con Cruz de base. Pero entonces sí apareció imperial Cambage con dos tapones letales (Xargay primero y Bea después). George, su compañera en la Wings, fue la mano ejecutora con cinco puntos decisivos (64-69).

No pudo ser, pero la sorpresa rondó. La comunión creada entre Selección y afición demuestra una vez más el enorme calado de este grupo. Sin miedo, con valentía, sin complejos, con personalidad… Un conjunto del que sentirse muy orgullosos. Hoy, como siempre.

Deliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Desliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Cargando el siguiente contenidoEspera un momento por favor :)