En una época en la que los regresos a España han marcado la tendencia, Aina Ayuso lo tenía bien claro. Quería volar, ir al extranjero y hacerse su propio hueco en la élite europea. Terminada su campaña en Olympiacos, repasamos sus últimos meses en El Pireo, justo antes de la confirmaciíon de su fichaje por el Hozono Global Jairis, en su regreso a la Liga Femenina Endesa.
Gigantes: ¿Qué tal es la vida en Grecia?
Aina Ayuso: La verdad es que muy guay. Es cierto que con Euroliga hemos viajado mucho y no tenía tiempo para mí, pero hace buen tiempo, todos hablan inglés, estaba cerca del mar, jugaba el masculino, las extranjeras éramos vecinas…
G: ¿Y el día a día con el club?
A: Hacíamos una sesión compacta. Pista, individual, pista y físico. Así que nos quedaba mucho tiempo en el resto del día. La forma de trabajar era distinta a España. El club es grande y está muy bien.
G: Olympiacos tiene equipo femenino, masculino, fútbol… ¿tenéis todos las mismas condiciones?
A: No, no. Realmente, son tres clubes. Fútbol masculino, baloncesto masculino y luego están el resto de secciones. Ahí entrábamos nosotras. En Grecia hay mucha diferencia entre masculino y femenino. Pero es cierto que no nos faltaba de nada. Viajábamos bien, teníamos fisio y médico, etc.
G: ¿Por qué decidiste marcharte de España?
A: Quería jugar competiciones europeas y salir de España. Miré opciones, salió Olympiacos y jugaban la previa de Euroliga. El entrenador quería fichar a Gustafson, por lo que necesitaba a alguien que pudiera jugar el bloqueo directo y darle balones. A mí eso me gusta mucho. Salió bien, yo creo que acerté. A toro pasado, estoy muy contenta.
G:¿Es muy solitaria la vida como jugadora profesional en el extranjero?
A: Totalmente. Es lo que más cambia. Otro país, otra cultura. Eres tu propio soporte emocional. He realizado un trabajo muy importante en este sentido este año con mi psicóloga. Cada día llegas a casa y estás sola. Y cada una hace su vida. El tema de la soledad del deportista es el cambio más grande y, a veces, lo que más cuesta gestionar.
G: ¿Escuchaste a alguna referente para tomar la decisión de irte?
A: La verdad es que no. Había hablado con alguna compañera, pero era cosa mía. Lo tenía muy claro. No quería llegar a los 27 años sin hacerlo. Tuve un buen año en Promete, pensé y decidí que era el momento.
G: ¿Sirve de verdad para alejarte un poco de los focos y afrontar todo de forma distinta?
A: Yo lo he vivido similar. En lo que he notado diferencia ha sido en lo de ser la extranjera del equipo. Tu rol cambia mucho. Tienes la responsabilidad de tirar del carro. Yo lo notaba y estaba encantada. Lo he disfrutado muchísimo. Cuando han llegado los Playoffs, me lo he pasado muy bien. Respecto al foco mediático, lo notaba más cuando jugábamos contra Panathinaikos.
G: Esa rivalidad es especial.
A: Ha sido muy divertido. Aunque luego está la parte de que te escupan o tiren agua mientras juegas, que estén fumando en la grada y no puedas respirar bien o que huela a marihuana durante el partido. Pero he de decir que a mí, que me griten, me divierte muchísimo. En las finales de los Playoffs me lo pasé muy, muy bien.
G: Respecto a la Euroliga, ¿qué tal tu primera experiencia?
A: Muy bien, muy contenta. Es muy dura, obviamente. Teníamos un equipo justo en Euroliga, nos ha costado. Ganamos un partido. Pero la experiencia ha sido increíble.
G: ¿Qué te ha sorprendido de la competición?
A: Le tenía mucho respeto a todo desde el principio. Lo que me ha pasado es que he humanizado a todas las estrellas. Las de Fenerbahçe, las de USK Praha. Jugar de tú a tú contra esta gente… No hemos salido muy bien paradas, pero se aprende mucho. Es lo que más me ha impactado esta temporada.
G: ¿Te viste preparada desde el primer instante?
A: La duda no, pero sí tenía la pregunta de si iba a estar preparada. Hice una postemporada para prepararme bastante. Tenía mucho respeto. Aunque, también te digo, el mismo que tenía por la Liga Femenina en España. Me hacía la pregunta de si lo iba a hacer bien, de si iba a poder hacerlo. Una vez juegas, ya muy bien.
G: ¿Qué jugadora te ha impactado más de las que tenías que defender?
A: La que más me haya fastidiado, ¿no? (Risas)
G: Efectivamente.
A: Uf, es difícil. Iagupova es una bestia. Solo con tenerla delante… madre mía. Anderson también me gusta. Y Turner, que estaba en el primer partido ante Polkowice, lo mismo.
G: ¿Y cómo ha sido el día a día en la liga griega? ¿Es muy grande el contraste?
A: Tiene sus cosas buenas y malas. Podíamos rotar, nos exigía menos. Te daba cierta tranquilidad, pero también algo de rabia, porque como jugadora lo que una quiere es competir. Quieres jugar partidos disputados. En Grecia solo pasaba contra Panathinaikos. Lo comparas con España, que algunos de los equipos que juegan Europa luego sufren el fin de semana, y eso no pasa en Grecia.
G: ¿El balance como club de la temporada dependía de esos resultados ante Panathinaikos?
A: Lo único importante, entre muchas comillas, era ganar a Panathinaikos. Perdimos dos partidos contra ellas de los 6 o 7 que jugamos contra ellas… y el día siguiente era jodido. Incluso bajaban los directivos. La importancia para el club era enorme. Sí o sí.
G: ¿Cómo de implicada te has sentido con el club y lo que siente la gente ahí por una entidad como Olympiacos?
A: Tu como jugadora siempre quieres ganar. Así que yo creo que era más tema personal mío. Al resto, yo le quitaba un poco de hierro, ya que cuando juegas estos tipos de partidos lo que buscas es afrontarlo como un encuentro más. Siempre lo he hecho y me ha ido bien. Igual, porque tampoco sé lo que se siente siendo una jugadora griega.
G: ¿Cuáles son las diferencias más grandes de lo que has vivido en El Pireo con tus anteriores etapas en España?
A: El nivel de la liga, que es muy bajo, el tema de la rivalidad y las condiciones de juego. Lo que te decía antes de escupir, por ejemplo. En condiciones normales, se pararía todo. Ahí te daban una toalla para que te limpiaras un poco y a jugar. El primer día, yo decía ‘si me escupen, me giro y le tiro el balón’. Pero me decían que no me enfrentara, que eso estaba prohibido. Íbamos escoltadas. Al final normalizas estas cosas que, en España, no suceden.
G: ¿Has seguido la Liga Femenina Endesa?
A: ¡Sí! La liga ha sido muy divertida. La he seguido muchísimo y han pasado cosas que no pasaban tanto antes.
G: ¿De qué manera te planteas tu futuro a corto plazo?
A: Tengo objetivos bastante claros. Sé lo que quiero hacer. A ver qué me depara el futuro, pero estoy muy contenta con mi año.
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