Tarde especial de Euroliga en la fría Rusia. UMMC Ekaterinburg y Perfumerías Avenida se batieron en un intenso duelo que terminó del lado local (110-102) tras un total de 212 puntos entre ambos equipos, cifra que refleja la lluvia anotadora vivida en el DIVS Sport Hall.
El conjunto de Roberto Íñiguez salió decidido y sin miedo a la cancha del vigente campeón de Europa, en lo que suponía la reedición de la última final de la Euroliga. Lideradas por una incombustible Kahleah Copper (34 puntos), las salmantinas finalizaron por delante la primera mitad tras sumar la friolera de 58 puntos en la cada del todopoderoso conjunto de Miguel Méndez. El técnico español se veía forzado a exprimir su quinteto titular, con Bentley, Quigley, Torrens y Meesseman por encima de los 31 minutos en pista, pero sin embargo era Vaadeva la más eficiente, sumando 21 puntos y 11 rebotes en apenas 19 minutos.
Con el choque en un pañuelo pasado el ecuador del último periodo, Jonquel Jones regresó a la cancha para solventar el encuentro. Con la actual MVP de la WNBA, Ekaterinburg pasó del 96-92 con el que entró al 106-98, abriendo una brecha de 8 puntos gracias a sus 7 tantos casi consecutivos. Una renta que perduraría hasta la bocina final que cerraba un encuentro con una anotación global nada habitual.
Roberto Íñiguez, en el postpartido, se quejó del arbitraje en los últimos minutos: «Primero, enhorabuena a Miguel y su staff. Lo hacen muy bien. Sobre el partido… Estoy muy orgulloso pero del último cuarto no puedo hablar. Me matan. No necesitan ayuda ninguna. Es ridículo»
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