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Hablamos con la árbitra María Cortés: «Nunca hay partidos perfectos»

Hablamos con la árbitra María Cortés: «Nunca hay partidos perfectos»

María Cortés Paya es una árbitra alicantina que comenzó su carrera en 2006. Desde 2018, forma parte del Grupo 1 de la FEB, que le permite arbitrar en Liga Femenina Endesa, LEB Oro y LEB Plata. Formó parte del trío arbitral en una de las semifinales de la pasada Supercopa Endesa. Licenciada en ADE, trabaja en la delegación federativa de Alicante designando los árbitros de la provincia. Y muy comprometida con la formación.

Primeramente, lo más reciente. ¿Qué tal fue tu experiencia arbitrando la semifinal de la Supercopa Endesa entre Araski y Uni Girona?

Muy bien. Fue una experiencia muy chula. Es algo que no esperas. La trayectoria de la temporada anterior y los objetivos que cumples te permiten ir a este tipo de eventos. Es maravilloso y más con tres partidos televisados en directo. Siempre es un premio y hay que disfrutar de estas cuestiones aprendiendo de todo.

¿Y cómo valoras tu arbitraje en ese partido?

Acabamos muy contentos. Siempre hay fallos en cada partido. Quien diga lo contrario miente. Nunca hay partidos perfectos y de esos errores tenemos que aprender.

¿Por qué comenzaste en el arbitraje?

Yo era jugadora y me lesioné de la rodilla. El delegado federativo de Alicante me propuso arbitrar. Y un sábado me dijo que fuese a arbitrar con un compañero. Siempre digo que me «engañaron», que probase por si me gustaba. Empecé en 2006 y aquí sigo.

¿Te parece imprescindible o, cuando menos, recomendable que los árbitros hayan jugado al baloncesto aunque sea a un nivel muy inferior, muy aficionado?

Siempre ayuda para la visión de juego, para todo. No es lo mismo venir de cero a saber ya las nociones básicas. Yo sí que creo que es bueno o recomendable que hayan jugado o que, cuando menos,  estuviesen vinculados al baloncesto. Las cuestiones técnicas ya es más cuestión de práctica.

¿En qué momento se encuentra el arbitraje femenino dentro del baloncesto masculino y femenino?

Cada vez hay más chicas que les gusta, que se quedan, que te preguntan. Vamos por el buen camino. Se está dando mucha visibilidad y eso nos ayuda.

¿Cuál es tu vida laboral hoy día?

Hasta hace año y medio, ayudaba en una empresa familiar a mis padres. Desde entonces, me contrató la Federación de Baloncesto de la Comunidad Valenciana (FBCV) y estoy en el área técnica de los árbitros. Soy la encargada de designar los árbitros de la provincia de Alicante. Yo sigo estando en la empresa, pero más involucrada en el tema federativo. De lunes a viernes estoy en la delegación federativa de Alicante y cada fin de semana viajo para arbitrar.

¿Cómo es hoy día arbitrar siendo mujer?

Está mucho más normalizado que antes. No he tenido ninguna experiencia demasiado desagradable. Puedes tener el típico comentario de «vete a fregar» o «tienes que estar planchando». Hasta se lo he escuchado a alguna mujer, aunque suene fuerte. No en categoría FEB, sino más amateur.

¿Y en el baloncesto base qué papel crees que deben tener los padres?

Los padres deben dedicarse a animar a sus hijos. Siempre lo diré. Pueden decir que hay pasos, pero no faltar al respeto. Al final, los padres son los espejos de los hijos. Si ve a sus padres insultando o faltando al respeto al árbitro, ese jugador, cuando sea más mayor, va a protestar más, va a ser un niño más problemático.

¿Qué destacarías de la experiencia de arbitrar sin público durante la pandemia?

Fue dura. Me acuerdo de una experiencia en LEB Plata, en Villarrobledo. La grada estaba vacía. Como arbitras a la misma gente habitualmente, le llamas al entrenador por su nombre. Y un entrenador me protestó una jugada. Me protestó la primera vez y le dije: «Venga, ya está bien». A la segunda, le dije: «Venga, ya está bien». Y a la tercera, me giré y le dije: «Jose, ya está bien». En silencio, se notan mucho más los mensajes y todo parece más agresivo de lo que realmente es. Fue raro. La adrenalina que sentimos cuando un pabellón está lleno a cuando está vacío no tiene nada que ver. Nos pasa igual que a los jugadores.

¿Qué facetas crees que se deberían mejorar en el reglamento? Se ha aplicado en ACB el saque rápido de banda y de fondo en campo propio.

No tocar el balón en pista trasera es porque quieren dar visibilidad al juego y que el partido se pare lo menos posible. No sé si llegará o no llegará, pero es más bonito para el baloncesto, es más dinámico. Yo creo que es una prueba y creo que lo aceptará FIBA. En campeonatos de España, si hay una violación, unos pasos o un balón fuera, el balón no se toca. Es como en minibasket. Y es más rápido, el juego es más vistoso.

¿Cómo te ha influido a ti el paso cero?

A mí me gusta. Tengo amistades que me dicen que el traspiés son pasos, pero dar tres pasos no son pasos. La gente más veterana y que ha jugado toda la vida dice que es cero, uno y dos. No. Es uno, dos y tres. Ése es el cambio. Es acostumbrarte igual que cambian criterios. Es hacernos la vista, es hacernos a los cambios. El baloncesto evoluciona.

Cuéntanos alguna anécdota de tu carrera.

Siempre digo que hay muchas anécdotas y resumo que lo que te da el arbitraje es la gente que conoces y las amistades que haces. El arbitraje me ha dado muy buenos amigos.

¿Qué jugador o jugadora destacarías por su respeto hacia ti como árbitra?

En todos los equipos hay gente educada, pero siempre diré Laia Palau porque nunca la vas a escuchar faltar el respeto a nadie, te ayuda en la pista, habla contigo, nunca la verás focalizando a los árbitros, respeta mucho a los árbitros.

Ofrecido por Renfe y publicado en la revista Gigantes 1526

Foto: María Benítez

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