¿Es jugadora o entrenadora? En su caso, ambas cosas. Kristi Toliver se convierte en la primera jugadora de la WNBA en activo en convertirse en entrenadora de la NBA con los Washington Wizards. Ya hay jugadoras en los banquillos de la NBA como Becky Hammon y Nancy Lieberman, pero Toliver es la primera que lo está haciendo siendo jugadora activa de la liga americana.
La base de las Washington Mystics está ayudando a desarrollar jugadores de la NBA como Bradley Beal. Normalmente las jugadoras de la WNBA aprovechan los meses en los que no tienen temporada para jugar en Europa con otros equipos. En su caso, ha jugado con el Ekaterinburg y ha ganado la Euroliga de la pasada temporada 2017-18. Pero después de su última temporada, Kristi tenía dos opciones: irse a Europa a ganar más dinero o quedarse para descansar, recuperarse físicamente y extender su carrera profesional. Quiso seguir su sueño de convertirse en entrenadora de la NBA y lo consiguió haciendo historia.
Un sueño muy caro
Se puede decir que perseguir su sueño no le está siendo de lo más fácil. Los salarios medios de los entrenadores asistentes de la NBA llegan a las seis cifras mientras que Toliver, en consecuencia al reglamento de la WNBA, sólo pudo pactar con los Wizards por una fracción total de 10.000 dólares por temporada. Los Washington Wizards estaban dispuestos a darle un sueldo competitivo como a todos los demás entrenadores asistentes, pero no pudieron por causas legislativas. La razón por la que Toliver no pudo obtener el salario medio es porque las Mystics y los Wizards son franquicias que tienen el mismo dueño, Ted Leonsis. Por estatuto, la WNBA sólo puede contribuir un total de 50.000 dólares por equipo por trabajar en la postemporada, y ese dinero se tiene que repartir entre las jugadoras. El problema fue que casi todo ese montante se le prometieron a su compañera Elena Delle Donne, que normalmente se queda en Washington después de la temporada para patrocinar a las Mystics. Esto dejó a Toliver un salario de 10.000 dólares anuales siendo entrenadora en la NBA.
«No era una decisión fácil», explica Toliver. «Lo primero que hice fue mirar los pros y los contras. Los pros eran obvios. Podía descansar y recuperar mi cuerpo. Era la primera vez que no me iba a Europa y jugaba el año entero como he hecho en los últimos 10 años. Claramente ésta decisión causaría inconvenientes económicos, pero también es una oportunidad muy emocionante que quiero aprovechar al máximo, mientras estoy casa, cerca del baloncesto, alrededor de los mejores jugadores de mundo y alrededor de los mejores entrenadores del mundo».
Al principio, la jugadora de las Mystics no se sintió respaldada por la WNBA. Se sentía muy frustrada y decepcionada porque consideraba que había dedicado mucho a la liga, promocionándola y ganando finales. Estaba claro que no se debería tener que decidir ente jugar y perseguir un sueño especialmente si ambas cosas pueden coexistir. Aun así Toliver sigue tras su objetivo y opina que al ser la primera en hacerlo es entendible que sea más complicado al principio.
Una norma que debe cambiar
Ted Leonsis twitteó en Año Nuevo que esta negociación y las normas de la liga nunca tuvieron en cuenta que pudiese haber jugadoras de la WNBA que estuviesen trabajando como entrenadoras de la NBA. Admitió que se alegran de ser los primeros y que las normas necesitaban cambiar.
The league rules and collective bargaining agreements never contemplated having a WNBA player also working as an NBA coach. We’re glad to be the first and the rules need to change. Kristi is a critical member of our family at Monumental Sports. https://t.co/4g0wpnxRoi
— Ted Leonsis (@TedLeonsis) January 1, 2019
Esta negociación puede que tenga fecha de caducidad. Gracias a Toliver, la WNBA estará dispuesta a hacer cambios que permitan que las jugadoras reciban un salario más justo del que reciben ahora por trabajar para la NBA.
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