La WNBA ha publicado la lista oficial de 88 jugadoras que han decidido presentarse al Draft 2022 desde la NCAA. Un grupo de nombres a los que se les sumarán los prospects internacionales de diversos puntos del planeta y un pequeño grupo más de jugadoras presentes en los equipos de la Final Four del March Madness. Estas últimas contarán con un plazo de 48 horas desde su eliminación para presentar su candidatura al Draft.
Dentro de esta numerosa retahíla de jóvenes jugadoras, España volverá a contar con representación al igual que en 2021. Nicole Cardaño-Hillary, tras una brillante trayectoria en George Mason e Indiana, probará suerte en el Draft 2022. La madrileña ha sido la única española en presentarse y afrontará uno de los retos más difíciles que existen hoy en día: ser elegida en el Draft y, posteriormente, conseguir una plaza en la WNBA.
Opciones de Nicole Cardaño-Hillary y el resto de jugadoras
Salir elegida en el Draft es tan solo un primer paso para que una franquicia posea los derechos de la jugadora drafteada, pero en ningún caso asegura un hueco en la WNBA. De hecho, muy pocas son las jugadoras que finalmente acaban encontrando un sitio en una plantilla. ¿Por qué? Los problemas de espacio son la principal causa. Con el reciente acuerdo colectivo firmado en 2020 en la competición, los equipos tienen un límite de 12 jugadoras. Esto quiere decir que, en total, tan solo 144 jugadoras como máximo podrán disputar la WNBA. Sin embargo, se espera que algunas franquicias no completen todos los huecos y compitan con 11 profesionales. Teniendo en cuenta que se presentan cerca de 100 jugadoras procedentes de la NCAA, a las que hay que sumar las de equipos del resto del mundo (entre 10-15 están en la órbita de la liga), estamos hablando de que habrá más de 100 candidatas para ser elegidas. De esas 100, tan solo 36 serán escogidas en el WNBA Draft. Y de esas 36, es posible que ni tan siquiera las 12 de la primera ronda sigan en la plantilla de alguna franquicia una vez haya comenzado la campaña.
En resumen: las opciones de Cardaño-Hillary son escasas. Su oportunidad pasaría por ser una de las elecciones finales de alguna franquicia (en las que siempre hay alguna sorpresa: aparece en el 34º pick en la previsión de The Lines) o conseguir un contrato temporal en un training camp sin haber sido elegida, como ya hiciera el año pasado Blanca Millán. Pero, incluso en esa situación, acceder a un roster sería algo altamente improbable visto el nivel de las plantillas. Eso sí, solo por la ilusión de internarse en un proceso así y la repercusión que tienen las elegidas o las que consiguen un contrato temporal en pretemporada (lo que puede influir en sus contratos en el Viejo Continente), ya merecería la pena todo este proceso de cara a su futuro profesional en Europa. Y si algo ha demostrado Cardaño-Hillary en su paso por la NCAA es que le gustan los retos.
Consigue tu revista Gigantes de marzo
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
