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La increíble historia de Becky Hammon, la base en la que nadie creyó

La increíble historia de Becky Hammon, la base en la que nadie creyó

Becky Hammon firmará un contrato récord con Las Vegas Aces y regresará a la WNBA

«Estoy decepcionada, pero la batalla no ha terminado. Esto no va a ser una historia triste».

Con esta contundente frase abría Becky Hammon su trayectoria profesional en el mundo del baloncesto en 1999. La mejor jugadora de la historia de Colorado State se había quedado fuera del Draft de la WNBA y, con un hambre desvocado por seguir creciendo y triunfar, decidió que un día dejaría huella en la historia del baloncesto. Si de ella dependía, nunca más iba a ser olvidada. Y lo cierto es que, más de dos décadas después, Hammon ha cumplido y está cumpliendo cada objetivo propuesto.

La jugadora de South Dakota, tras no contar con la confianza de ninguna franquicia, encontró un hilo al que agarrarse: las New York Liberty la rescataron para dar descansos a toda una estrella como Theresa Weatherspoon. El rol era residual, pero más que suficiente. Lo que había sido un parche no tardó en ir convirtiéndose poco a poco en un buen complemento primero y en una jugadora con una extensa y privilegiada trayectoria más tarde.

Hammon pasó 7 años en Nueva York, probó suerte en la NWBL con Tennessee Fury y Colorado Chill y firmó con Trentino en Europa, al igual que con Rivas Ecópolis, CSKA de Moscú, Ros Casares, Nadezhda Orenburg y Spartak Moscú posteriormente. En definitiva, un recorrido por equipos del primer nivel europeo en los que ganó, entre otras cosas, una Copa de la Reina y una Liga Femenina.

Su lesión de ligamento cruzado (2013) con las San Antonio Stars, franquicia en la que disputó 7 campañas desde 2007, detonó el primer acercamiento serio a la cultura de los Spurs, aprovechando ese año en blanco para impregnarse del equipo dirigido por Popovich. La mentalidad e inteligencia de Hammon iba más allá de lo que ocurría en la pista. Le gustaba entrenar. De hecho, la gratitud e impresión con los Spurs fue mutua y la franquicia decidió hacerle una oferta, dando comienzo de esta manera a una relación que ha durado 7 años.

Hammon fue una de las tres primeras asistentes en la NBA (la primera a tiempo completo), ganó la Summer League, formó parte del staff del All-Star 2016 y, en 2020, pasó a ser la primera mujer en la historia en dirigir un partido de la NBA, debido a la expulsión de Popovich. Una trayectoria que, al contrario que su etapa como jugadora, no ha hecho más que empezar. El futuro, al igual que el pasado, es suyo. Razones suficientes para retirar su dorsal #25 en Las Vegas Aces (sucesora de las San Antonio Stars) y ser considerada una de las 25 mejores jugadoras en la historia de la competición, convirtiéndose ahora en la entrenadora mejor pagada de la historia de la WNBA. Sí, esa misma liga que no creyó en ella al principio.

 

 

 

 

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