Si hay un jugador que está destacando en los últimos tiempos en la LEB Plata ese es Sean McDonnell. Su equipo, el Cat&Rest Intragás de Ponferrada, ha conseguido la salvación en el año de su ascenso desde la liga EBA y está actualmente peleando con los mejores en busca de soñar con el ascenso a la LEB Oro.
Lo hace con un líder, Sean McDonnell (24 años y 2,01 metros de altura), que está dejando un rendimiento mayúsculo. Los 26 puntos, 16 rebotes y 40 de valoración en su último encuentro (derrota de su equipo, 83-85, ante el Básquet Girona), definen perfectamente un curso de 16,5 puntos y 6,4 rebotes del interior americano en la LEB Plata. Le contemplan ya cuatro MVP. A Ponferrada llegó hace un año para liderar el deseado ascenso (19+7,5 en EBA) en su segundo equipo en nuestro país. En la 2017-2018, Sean McDonnell llegó a España para jugar en Tarragona (17,2+7,5 en el Cantaires de Lebre-Delta).
Ahora, hemos hablado con él y nos cuenta sus impresiones sobre esta temporada, cómo se siente en la ciudad y su trayecto desde hasta ser el jugador que es hoy en día.
Pregunta. Increíble temporada hasta ahora. ¿Cómo lo estás viviendo desde dentro?
Sean McDonnell. Gracias por esta oportunidad. Esta temporada ha tenido altibajos, para mí y el equipo. Pero hemos trabajado duro todos los días para estar ya salvados y tengo que agradecer a David y a mis compañeros de equipo darme la oportunidad de jugar de la forma en la que estoy jugando. Me siento realmente bien.
P. Eres todo un ídolo en Ponferrada…
S.M. No sé si soy un ídolo, pero amo a los fanáticos aquí por su pasión, hacen que cada partido en casa sea especial. Han sido muy amables conmigo y me han aceptado como su familia.
P. ¿En qué ha mejorado tu juego desde tu llegada a España?
S.M. Me ha permitido mejorar en todos los aspectos del juego porque aquí te alientan a hacer todo bien en la cancha. Me he convertido en un pasador mucho mejor y un tirador más consistente en mis tres años aquí.
P. Cuéntanos tu historia. ¿No ha sido fácil tu carrera no? La NCAA se te resistió…
S.M. Soy de un pequeño pueblo costero en el sur de California. Hay muchos más surfistas que jugadores de baloncesto, pero me encanta el juego desde que soy pequeño. Cuando estaba en la escuela era un muy buen anotador, pero no pude atraer ninguna oferta de la NCAA. Tuve que ir a una pequeña escuela de la NAIA llamada Westmont College y desde entonces he tenido la misión de demostrar que la gente estaba equivocada.
Tras tres años allí, encontré un equipo en España en la EBA en Cataluña y comencé mi carrera. Después de eso exploré opciones en G-League, pero volví a la EBA para jugar en Ponferrada y el resto es historia. Ahora estoy aquí teniendo una buena temporada en LEB Plata.
P. ¿Cómo comenzó tu afición por el baloncesto?
S.M. Mi amor por el baloncesto vino de mi padre. Fue jugador y es un gran fanático. Solíamos ver juntos a Shaq, Kobe y los Lakers e ir a los partidos. Kobe alimentó mi pasión por el juego y es la razón por la que todavía uso el dorsal 24. Juego desde que tenía 4 años, es en lo que único en lo que pensaba cuando era pequeño.
P. Por último, ¿cuáles son tus sueños o que te gustaría conseguir?
S.M. Jugar al más alto nivel de baloncesto, en la Euroliga, pero lo tomo día a día y disfruto del viaje. Donde sea que termine, quiero ser feliz y estoy disfrutando de cada momento.
Su entrenador nos habla de Sean McDonnell
David Barrio, su entrenador en el Cat&Rest Intragás, analiza lo que supone McDonnell en su equipo. «Para nosotros es un lujo tener a Sean en el equipo, no únicamente por contar con un jugador que ha conseguido ser MVP durante 4 jornadas, si no por tener una persona excepcional liderando el vestuario».
¿Cómo fue la renovación? «Nada más firmar por el Ciudad de Ponferrada, teníamos claro que la renovación de Sean era una prioridad, por lo que podía aportar en la cancha y por lo que significa para la ciudad y sus aficionados tras ser uno de los héroes del ascenso».
El día a día de Sean McDonnell. «Es un jugador modélico, que siempre se esfuerza en cada entrenamiento al máximo, que no borra la sonrisa de su cara ni en las peores situaciones, y que además busca ayudar a los compañeros siempre que lo necesiten».
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