El Movistar Estudiantes despejó dudas aplastando a un Zunder Palencia inofensivo por 89 a 62. La demostración colegial se fundamentó en una defensa hermética, en un aplastante dominio de los tableros y en una sensación de acoplamiento y de unión de voluntades. Los palentinos, con la baja de Noah Allen por un expediente disciplinario, estuvieron lejos de la versión con la que sorprendieron al Estu en el Wizink hace escasas fechas.
Fue este el Estudiantes que muchos esperaban durante toda la campaña. Un equipo sin dudas, bien compenetrado, sacando tajada de todas sus virtudes ofensivas. Fue la mentalidad. Fue la coralidad. En Fontajau se impuso la voluntad del Estu más premium.
Los colegiales impusieron su determinación en el arranque de partido a través de su defensa. Zunder Palencia tuvo muchos problemas para encontrar algún resquicio en la sólida defensa rival. Sin capacidad para desbordar en el 1×1 (salvo Speight), las dudas asolaron a los palentinos ante un Estu que se iba agrandando en su plan de partido (13-5). Ni la entrada normalmente revulsiva de Dani Rodríguez cambió el panorama de ahí hasta el final del primer cuarto (19-11).
La reacción llegaría un poco después. Tres acciones seguidas (triple de Rubio, contraataque de Ali y penetración de Chumi Ortega) zarandeaban el electrónico y, sobre todo, metían anímicamente a los palentinos en la semifinal. Y no solo era una cuestión meramente ofensiva. Su actividad de piernas y brazos empezaban a cuestionar la fluidez de ideas colegial (25-20). No hubo continuidad a corto plazo, porque el Estu castigó los tableros (12 rebotes ofensivos al descanso) y se beneficiaba del desacierto exterior del Zunder Palencia. En cambio, Johnny Dee demostraba sus galones y aplomo con su primer triple (11 puntos) para disparar a un Movistar Estudiantes que volvía a someter el juego a su deseo con la misma determinación con la que inició el encuentro (36-24).
Las caras en el Zunder Palencia no mutaron con el paso de los vestuarios. La distancia aumentaba con puño de hierro. Rivero reclamaba la intensidad perdida en algún momento del viaje hacia Girona (49-28), pero cabría explicar mucho más de ese resultado a través de la solidez madrileña. El Estu apenas dudaba. El partido era la presencia de Larsen, la veteranía de Beirán, el liderazgo de Dee, el poste bajo de Djurisic. Eran muchos los frentes a los que podía recurrir Diego Epifanio y que administraba con precisión quirúrgica Faggiano.
Se divertía la Demencia a la misma velocidad con la que el Zunder Palencia quebraba su voluntad para buscar alguna puerta entreabierta. Nada. El Estu seguía hincando el colmillo con mentalidad de tiburón, ganando enteros para afrontar la final de mañana y administrando la rotación hasta las profundidades.
MOVISTAR ESTUDIANTES 89: Faggiano (4), Dee (14), Beirán (10), Djurisic (13), Larsen (7) -quinteto titular- Martín (5), Á. Urtasun (14), Arroyo (0), Dos Anjos (10), Sola (9), Stoilov (0), Domínguez (3).
ZUNDER PALENCIA 62: Speight (6), Ortega (12), Ali (6), Blumbergs (2), Barro (2) -quinteto titular-, Rubio (11), Rodríguez (10), González (1), Fall (8), Nicholas (4).
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