FEMENINOEstás viendo//Entrevista con la árbitra Andrea Alejo: "No se sube por ser hombre o mujer. Quien está se lo merece"
Entrevista con la árbitra Andrea Alejo: «No se sube por ser hombre o mujer. Quien está se lo merece»

Entrevista con la árbitra Andrea Alejo: «No se sube por ser hombre o mujer. Quien está se lo merece»

Plasentina, afincada en Sevilla y con las maletas preparadas para irse a San Sebastián, Andrea Alejo, la yogurina del grupo 1 de la FEB llegó al arbitraje de rebote. No le gustó demasiado un curso de oficial de mesa y fue un paso más allá. Hasta entonces, destacaba como jugadora en Extremadura y, admite, “no me fijaba demasiado en los árbitros”. Cinco años después, su evolución es meteórica.

Cuénteme, ¿cómo es el verano de una árbitra?

Pues… sin parar. Es verdad que otros años he estado también liada con 3×3 y este, tras acabar la carrera de Derecho me he tomado tres semanas un poco más tranquila, yendo solo a entrenar. Aunque este año tenemos pruebas físicas así que no nos podemos relajar lo más mínimo. He dado alguna charla en campus, y sobre todo he estado estudiando los cambios de reglamento y cosas así. En el fondo es un no parar.

¿Qué va a hacer recién licenciada?

Pues en noviembre empiezo a trabajar en una gestoría. Este último año he disfrutado mucho, pero acabar la carrera y debutar en el grupo 1 ha sido intenso.

¿Pitar a alto nivel es un problema a la hora de buscar trabajo?

No, pero sí algo a tener en cuenta. Necesitas un puesto que te permita tener un día libre a veces entre semana. De hecho, habitualmente si pitas en LEB Oro, donde se juega en viernes. Hay que buscar trabajos que se ajusten. Y saber que de esto no debemos vivir, siempre debe haber algo complementario.

Me han dicho que jugaba bien.

A nivel extremeño sí. Fui a varios campeonatos de España de selecciones, en infantil y cadete. Y también con mi club, el Miralvalle. Mi generación fue muy buena. Disfruté mucho ese tiempo. Jugaba, digamos, de alero, aunque no era muy alta. Pero no botaba ni posteaba demasiado bien.

¿Le ayuda para pitar?

Creo que sí, porque se entiende de otra forma el juego. Este año estoy de responsable de 1ª Nacional en Extremadura, y estamos formando a árbitros nuevos. Cuando viene alguno que es, o sigue siendo jugador, se nota. No es un requisito indispensable y hay muchos árbitros muy buenos que tienen muy buena visión, aunque no hayan jugado.

¿Pero permite tener más empatía?

No depende tanto de eso, sino más de cada persona, como en cualquier profesión. Un ejemplo: si como jugador eres un protestón o un egoísta, se notará cuando seas árbitro. Y luego también es cierto que cuando te pones en la piel del árbitro cambias, eso es así.

¿Cómo era cuando jugaba?

Admito que me sacaba de quicio cuando me pitaban una falta que no era. No me importaba tanto que hubiera contacto, yo considerara que era falta y no se pitara. Pero al revés sí, y es algo que intento usar ahora. Además, es algo que nos dicen: que podemos equivocarnos, creyendo que es más o menos. Pero que solo pitemos lo que veamos. No podemos suponer nada.

Se me ocurre que nunca entrenó el paso cero. ¿Le costó adaptarse a pitarlo?

Pues lo entrené en mi último año de junior. Y no se me daba muy bien… Pasa como con la antideportiva en transición, entrenamos mucho el ojo. Lógicamente nos equivocamos, aunque creo que cada vez menos. Al final es la mejor forma de aprender, verte una y otra vez. Sobre el paso cero, creo que cada vez se pita mejor. Quizá al principio había miedo a pitar, era más fácil no hacerlo y se permitió mucho, pero estamos mejorando. Es algo que pasa también cuando cambias de categoría: cuando pasas de EBA a LEB, empiezas a ver muchas interferencias. Hay que ir adaptándose a lo nuevo.

Con 22 años y siendo mujer, años atrás estaría señalada seguro. ¿Cómo lo vive?

Por suerte siempre lo he visto como algo normal. En Extremadura Esperanza Mendoza abrió camino, como en toda España. Siempre la he tenido cerca y me ha ayudado a normalizar. A mí nunca se me ha discriminado ni nada parecido, al contrario. Creo que a día de hoy no se puede pensar que se suba por el hecho de ser hombre o mujer. Quien está se lo merece. Pero lo que consiguieron las anteriores seguro que fue mucho más difícil.

¿Alguna anécdota con Esperanza Mendoza?

Recuerdo una vez en el clínic de pretemporada extremeño, en Don Benito, en que me ayudó. Antes solo se quedaban a dormir los árbitros FEB y los que iban a entrar en Nacional, para hacer sus pruebas físicas. Yo fui pensando en que me iba, y cuando se enteró, me dijo que se iba a su casa porque no tenía que hacer pruebas, y que yo me quedara en su puesto porque me iba a venir bien. Se lo agradezco mucho.

22 años y pitando en Oro y LF, ¿ha sentido vértigo?

No, pero a veces sí me han dicho que si no me ha dado pena quemar etapas tan rápido. Le aseguro que he sido muy consciente de lo que he ido haciendo, porque hay mucha presión. No cambiaría nada, pero visto con perspectiva, a veces pienso qué hubiera pasado si ahora siguiera en EBA o en Plata. Soy muy feliz con dónde estoy. Quizá si alguna vez lo hubiera pasado muy mal en un partido, pensando que qué hacía yo allí… Pero no me ha pasado y además he tenido apoyo.

¿Sueña con la Liga Endesa o con ser internacional?

Entiendo que como cualquiera. En cualquier trabajo quieres progresar y conseguir cosas. Obviamente me gustaría, pero no es algo que tenga en la cabeza, el qué pasara en tres o cuatro años. Si me lo ofrecen, encantada. Pero es que lo que yo he visto desde que tengo uso de razón, con partidos del Cáceres, es la LEB Oro. Y como he disfrutado tanto este año, no pienso en más. No me lo planteo ni me marco plazos. Lo importante es estar a gusto donde estás. Aunque si llegara sería maravilloso.

Foto: Fermín Rodríguez

Entrevista ofrecida por Renfe

Deliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Desliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Cargando el siguiente contenidoEspera un momento por favor :)