La nueva semana en el Jr Camp Gigantes Basket Lover, con sede en el colegio madrileño de San José del Parque (Maristas), se inició por todo lo alto, en concreto a una altura de 204 centímetros. Y es que tocaba arrancar con una vista matutina de las que quitan el hipo, la del interior español del Real Madrid, Felipe Reyes.
El Rey del Rebote se pasaba para disfrutar de unas horas junto a los futuros jugadores de baloncesto. Lo primero, unas palabras y unas preguntas a las que responder. La posibilidad de jugar en la NBA, su relación con su hermano o la capacidad que tiene para rebotar fueron algunas de las más interesantes, pero también aparecieron las típicas a manos de los más pequeños acerca de estatura, edad y títulos. La inocencia y curiosidad de los más jóvenes. Nos encanta.
Interesante su reflexión a la hora del rebote, hablando de colocación y esfuerzo. Fundamental el no dar nunca un balón por perdido. No lo decimos nosotros, lo dice el maestro Felipe Reyes, así que todos los niños y niñas seguro que tomaron buena nota de algo que después explicaría en las pistas.
“Tienes que ganarle la posición lo antes posible, para que el rival, aunque sea más grande, no tenga opciones de cogerlo. Intento hundirle debajo de la canasta con la cadera o con el cuerpo, ganarle la posición y coger los rebotes. Luego las ganas también. Ir a por los rebotes aunque parezcan imposibles. Esa ambición te lleva a que, aunque no se seas el más grande ni el más fuerte, cojas rebotes que otros no cogen ya que ni siquiera van a por ellos”.
Las preguntas dieron paso a la firma de autógrafos y a las fotos. Ninguno quería dejar pasar la posibilidad de tener un recuerdo con un jugador de su trayectoria. Todo un campeón del mundo y de la Euroliga, entre otras muchas cosas. Felipe, habitual en este campus, se acordaba incluso de algunos repetidores de la experiencia Jr Camp Gigantes Basket Lover. Buena memoria.
“Se acuerda de mí”. Nuestra gran Ricky, en el momento en que @9FelipeReyes se acuerda de él en el #JrCampGigantes #BasketLover @adidas_ES @basketlover pic.twitter.com/HmqcFDRf2E
— Jr. Camp Gigantes Basket🏀Lover (@Gigantesjrcamp) 9 de julio de 2018
Una foto en grupo y a jugar en las pistas. Reyes no se quedó quieto ni un solo segundo. Fue pasando de cancha en cancha, de grupo en grupo, de juego en juego hasta enfrentarse a todos los asistentes. Ilusión y ganas de vencerle en la cara de los chavales. Diversión en la sonrisa de Felipe. Como un niño más. La hora de poner fin a su visita llegó, con mucha tristeza, antes de comer, pero sus consejos quedarán en la cabeza de los muchachos.
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