¡Hola amigos! Bienvenidos a Gigantes del Basket NCAA. Me llamo Marta Moix y soy jugadora de baloncesto en el Nacional Femenino del Movistar Estudiantes. Me formé en la cantera del Estu y después pasé 4 años en Estados Unidos jugando en la NCAA División 2. Mis dos primeros años en Concord University (WV) y los dos últimos en Felician University (NJ). Os voy a hablar un poquito de lo que es la vida universitaria en Estados Unidos para student-athletes y todo lo que he aprendido en esta ultima aventura. ¡Espero que os guste!
Hoy en día todos nos preguntamos: ¿Qué es lo que tiene Estados Unidos que tanto enamora a la gente de fuera? Todos conocemos las ciudades mas importantes, tanto Nueva York, Los Ángeles, Washington DC o Miami. Pero, ¿qué es eso que tienen todos los demás sitios no tan conocidos que atrae a la gente? Si le preguntas a cualquier jugadora de baloncesto femenino te contestara con una palabra: Oportunidades. En los últimos años ha habido una migración bastante abundante de jugadores españoles a las ligas universitarias americanas. Hoy voy a hablar del porqué y de las ventajas y dificultades de irse de aventura a Estados Unidos.
Cuando los jugadores españoles llegan a la universidad en España, se encuentran con un cúmulo de trabajo y de estudios mucho mayor al del colegio. Los horarios de las clases no son iguales que los del cole, y el tiempo que necesitas para cada materia es mucho mayor y requiere un nivel de concentración mucho mayor. Todos los universitarios pasan por eso pero, ¿Y los que somos deportistas? Cuando salimos de clase tenemos que ir a entrenar mientras los demás estudian, salen con amigos o simplemente se echan la siesta. Ser deportista Sénior en España no es fácil. Compaginar el deporte con los estudios es complicado porque los profesores no siempre son comprensivos y no pueden hacer diferencias con los demás alumnos. Y en el lado deportivo está el compromiso con tu club: si faltas puedes afectar al entrenamiento, perderte la explicación de las jugadas o simplemente los minutos de juego.
Por eso mucha gente decide irse a Estados Unidos. Allí se fomenta mucho el deporte y está metido dentro del sistema universitario. Los profesores son conscientes de los alumnos que tienen y qué deportes practican (se dividen por temporada estacional: otoño, invierno y primavera). Durante las pretemporadas los entrenamientos se organizan en base a las horas libres de cada jugadora. Cuando cada jugadora tiene el horario de sus clases, los entrenadores organizan los grupos de entrenamiento de balón, pesas y acondicionamiento. Durante la temporada, se informa a cada profesor de los días que las jugadoras van a faltar a clase porque tienen partido. Y si ese día hay examen o hay que entregar un trabajo, el profesor trabaja con las jugadoras para buscar otro día en el que hacerlo. Los profesores suelen ser comprensivos e intentan facilitar las cosas, porque entienden que los alumnos están haciendo un esfuerzo extra con el hacer deporte.
Hay muchas otras ventajas de vivir la experiencia americana. Para mí, una de las más llamativas es la vida en el campus. Como sabéis, en Estados Unidos normalmente la gente se va de casa durante el año escolar a estudiar a la universidad elegida y viven allí. Los deportistas normalmente comparten habitación con compañero/as de equipo. Es una experiencia muy bonita y se forman unas amistades que pueden durar para siempre. Además, si hay entrenamiento a las 6 de la mañana y te duermes, ¡Tienes a alguien que te despierte! Compartir habitación con un compañero/a de equipo puede ser algo vital porque tienes a alguien que te entiende ya que tiene una rutina parecida o igual a la tuya. Estar en un equipo de una universidad americana también implica viajar para jugar los partidos fuera, y ¿A quién no le gusta viajar? En las universidades la diversidad de la gente es abismal y eso enriquece mucho a una persona. Conocer a gente de diferentes partes del mundo es más que una experiencia.
Pero no todo son ventajas. Al tener todas estas “facilidades” también es verdad que el volumen de entrenamientos es mayor que el que tendrías si estás en casa. Al vivir en la universidad, tienes mucho más acceso al pabellón. A veces esto implica un nivel de cansancio que no creías que pudieses alcanzar.
Al estar en un país diferente, hay un cambio cultural muy grande, empezando por las comidas. Nosotros venimos de un país en el que la gastronomía es excelente. Estamos acostumbrados a comer muy bien en casa y, cuando salimos a comer fuera, poder comer bien y sano por un precio razonable. La adaptación a la comida es algo a lo que todos nos hemos tenido que enfrentar, y no es tarea fácil… Dependiendo de la universidad a la que vayas, las cafeterías son mejores o peores. Pero sí que es verdad que es un poco difícil seguir una dieta sana. Estados Unidos es el segundo país en la lista de índice de obesidad después de China. Comer parecido a España no es fácil.
Tampoco es fácil vivir tan lejos de casa. Haber vivido en casa con nuestros padres toda la vida, cruzar el charco, y darnos cuenta de que tenemos a nuestra familia y amigos a 6000 km o más, a veces puede ser duro. Dependiendo de la persona, unos lo llevan mejor o peor, pero si que es verdad que en momentos duros se echa de menos estar en casa, o tener la ayuda de nuestros familiares disponible. En mi opinión todo es acostumbrarse. Estar fuera de casa y tener que sacarse las castañas del fuego uno mismo ayuda mucho al crecimiento personal. A la larga, lo veo más como una ventaja que un inconveniente.
En definitiva, la experiencia universitaria es algo más que increíble de vivir tanto a nivel de estudios como a nivel social, pero sobre todo a nivel deportivo.
En el próximo capítulo hablaremos de los tipos de becas y de cómo conseguirlas. Así que si quieres vivir el sueño, ¿A qué esperas?
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