La NCAA empieza a poner tierra de por medio y a cambiar algunos de los aspectos de su reglamentación con los que no muchos estaban de acuerdo. Lo hace tras el escándalo que aderezó la pasada temporada, donde el propio FBI tuvo que entrar a investigar.
La competición lo ha anunciado en un comunicado oficial del que se extraen nuevas promesas pero, sobre todo, dos medidas innovadoras para la institución universitaria:
· Los jugadores de «élite», un estatus que vendrá determinado directamente por USA Basketball, podrán contratar a un agente que les ayude con su paso a la vida profesional.
· Los jugadores que no sean elegidos en el ‘draft’ de la NBA podrán pedir su reingreso en la universidad o ir a alguna otra para proseguir sus estudios.