La tarde seguía y la grada se mantenía encendida y con ganas de más baloncesto, y eso es lo que se encontraron en el Movistar Estudiantes – Barcelona Lassa.
Los de la capital tuvieron un inicio serio. Con Davis Ozers liderando, el ataque colegial marchaba como la seda. La ofensiva trabaja tranquila y con las ideas claras. Tiros cómodos y situaciones de superioridad en la pintura sus dos prioridades. El cuerpo técnico, con su pizarra, había conseguido descolocar los planes del Barcelona, pero la calidad siempre acaba saliendo a flote y eso permitió a los catalanes seguir en la lucha al finalizar los diez primeros minutos, incluso ponerse por delante en el marcador (22-23).
En el segundo cuarto, con el partido mucho más roto de lo que le gustaría al Estudiantes, los madrileños sufrieron la versatilidad de los exteriores blaugranas. Su capacidad de atacar por fuera y por dentro de la zona permitió al conjunto de la ciudad condal poner un pequeño colchón en el luminoso antes del descanso (40-52). Grandes primeros 20 minutos de Aaron Ganal. Repartiendo juego para sus compañeros y generándose sus propios tiros.
Una vez cumplidos los cinco minutos de descanso, el baloncesto regresó a la cancha siguiendo la misma tónica que en la recta final de la primera mitad. El Barcelona no paraba de apretar en ataque y el Estudiantes, cada vez más fatigado, no encontraba la forma de recuperar la distancia perdida.
La dureza del partido subió con creces, y en esas medidas, el físico de los catalanes superó la barrera colegial. Complicado para los del Magariños seguir el tiempo establecido por sus oponentes.
Hasta el final del duelo, el Barcelona lideró en el marcador, terminando por establecer un resultado de 68 a 105 que le envía a la lucha por el tercer puesto el domingo 25 de noviembre a las 11 de la mañana.
Foto: FBM
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