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Corbalán; el cicerone de nuestro cuerpo

Corbalán; el cicerone de nuestro cuerpo

Juan Antonio Corbalán ha publicado recientemente el libro: Tu cuerpo. Manual de instrucciones para conocerlo, cuidarlo y disfrutarlo. Editado por Espasa.

Estuvimos con él en el Colegio San Viator, donde comenzó a jugar al baloncesto se formó como jugador de cantera hasta que lo fichó el Real Madrid.

Nos habló de su motivación para escribir un libro de medicina de carácter divulgativo.

“Todos los médicos llevamos dentro, no un profesor, pero sí sabemos explicar cómo funciona nuestro organismo de una manera que sea entendido por todo el mundo y para la gente resultan interesantes  estas explicaciones cuando hablamos en reuniones de amigos de esa manera más divulgativa. Para que todo el mundo, cuando hable de su cuerpo, lo entienda mejor”. Le pedimos que nos contara la manera en que ha estructurado el contenido. “El libro en cada capítulo siempre incorpora una serie de conocimientos someros sobre cómo funcionan los principales órganos: pulmones, corazón, tejido muscular… luego viene una parte donde explica las explicaciones más frecuentes. Celly es una célula pluripotencial que hace de Cicerone y nos va paseando por todo el cuerpo para que entendamos cómo funciona. Luego siempre nos da una serie de consejos para mantenernos en la mejor forma posible”.

Nos llamó la atención alguna de las afirmaciones que aparecen en el libro:

  • Entrenar debe sustituir al concepto de rehabilitar.

“La rehabilitación no se acaba nunca. Siempre se entra en una fase de entrenamiento permanente. Lo que ha hecho que el hombre predomine sobre otras especies ha sido el uso inteligente de nuestro organismo. Esa repetición de hábitos no es más que un puro entrenamiento. Unas personas se entrenan para ganar medallas y otras personas se entrenan para vivir mejor”.

  • Cuanta más edad tengamos, más trabajo de fuerza debemos realizar.

“Cuanto más años tenemos, más activos nos tenemos que mantener. Es un trabajo similar al de unas clases de refuerzo escolar. No sólo físicamente, sino desde el punto de vista psíquico, mental, mantenernos activos, con ilusiones… para poder adaptarnos a nuevas situaciones de estrés”.

  • El entrenamiento invisible.

 “Los buenos hábitos, el descanso adecuado, una buena nutrición, hidratarte correctamente… Cualquier pauta de entrenamiento no solo precisa de la carga, sino también de un periodo para asimilar esa carga, que es lo que se llama adaptación y permite que el organismo la próxima vez aguante cargas superiores; un siguiente estrés por encima del umbral anterior”.

  • Cinco ingestas al día. Proteína en tres de ellas.

“Recomiendo una alimentación con cinco ingestas diarias en las que la proteína esté presente al menos en tres de ellas en función del peso corporal y de las actividades que acomete cada persona.  Algunas personas dicen que comen muy sano porque comen muchas ensaladas. Eso está muy bien. Está demostrado que las personas con bajas ingestas calóricas viven más; pero nuestro organismo necesita proteína que nos permite un correcto funcionamiento de nuestra musculatura y la cobertura de todas nuestras células”.

  • Motivación. Socialización de los objetivos.

“Tenemos la necesidad de establecer objetivos. Cuando hacemos cualquier acto inteligente, lo primero que hacemos es establecer unos objetivos. En la actividad física pasa exactamente igual. El hecho de que nosotros nos propongamos un objetivo concreto y planteemos una estrategia para conseguirlo, ya supone un desarrollo cerebral en nuestra dotación cerebral. Afortunadamente, por fin cada vez más gente entiende por fin que el entrenamiento físico conforma nuestro cerebro. La actividad física es capaz de suponer un entrenamiento no sólo para nuestra musculatura, sino también para nuestro cerebro”.

  • Cuerpos sanos para ser más felices.

“La felicidad es el elemento último. De nada sirve todo esto si no se transmite en tener cuerpos más sanos que nos permitan ser más felices. Una vida sana con buenos hábitos, permanece modificando positivamente nuestro genoma y el genoma de nuestras generaciones futuras”.

Así acabamos nuestra entrevista con este grande del Baloncesto Español y de la Medicina Deportiva. Fue un auténtico lujo poder charlar con él, todo un ejemplo como persona.

 

 

 

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