Es uno de los campeonatos que más herencia están dejando. Jugadores que participan en un torneo siendo hijos de ex jugadores de antiguas estrellas de la ACB. El caso que nos ocupa es bien claro. Marc Rodilla lleva el dorsal 7 en la Comunidad Valenciana y juega de base. En ese contexto, es muy similar al mítico director de juego del que porta el apellido.
Nacho Rodilla disfruta hoy en la grada de las diabluras de su pupilo. Le ve, entre otras cosas, meter triples con una facilidad pasmosa. Así lo demostró en el duelo por el quinto puesto frente a la selección de País Vasco. Lideró un 8-0 para impulsar a su equipo, que ya ganaba 12-4 en el primer sexto. Por detrás, en el banquillo esperando su oportunidad, otro ex hijo de talento. Se apellida Luengo.