Venezuela viene pisando fuerte en el mundo del baloncesto. El país de América del Sur lleva un tiempo cerca de la élite y cada día parece más cerca. Entre la nueva generación de grandes promesas con las que esperan dar ese último paso se encuentra un chico de 14 años llamado Fabrizio Pugliatti que crece y madura en el Stellazzurra italiano.
El joven base tiene una mezcla interesante en sus genes. Con padre italiano y madre venezolana, el exterior ha decidido proseguir su carrera en tierras paternales para poder desarrollar su juego en un contexto que le favorece más debido al estilo que se practica en el viejo continente. Fabrizio quiere aprender más de sistemas y juego en estático, algo que en Venezuela no predomina tanto, y es que en el país de su familia materna encontramos un baloncesto mucho más agresivo y directo más próximo al de los Estados Unidos.
Pugliatti está mejorando en Italia a manos de entrenadores tan reconocidos en el país mediterráneo como Lorenzo Gandolfi, y eso le está permitiendo tomar contacto con pruebas de un nivel superior como el torneo junior de L’Hospitalet. En el 40 aniversario de la cita, ya excluida del circuito Adidas Next Generation, el sudamericano pudo medir sus fuerzas contra jugadores de una edad muy superior a la suya, y es que toca recordar que Fabrizio pertenece a la generación de 2004.
Con 9 puntos en su cuenta y una gran cantidad de experiencias aprendidas en su mochila de viaje, el exterior venezolano estuvo hablando, al finalizar el evento, con el compañero de la ACB, Gerard Solé.
«Todo ha sido aprendimiento desde que estoy en Italia. Me sorprende la estatura de los jugadores. Aquí veo jugadores en cantera con 2’12m o 2’13m. Hay mucho nivel aquí en Europa», explica Fabrizio. «Antes de llegar a Roma no sabía mucho del equipo, pero me habían hablado de los grandes entrenadores con los que contaba», añade consciente, ahora que los conoce, del alto nivel existente entre los preparadores del conjunto romano.
«Quiero seguir trabajando en mi posición de base y acabar siendo jugador de Euroliga y de NBA. Quiero graduarme en la escuela, seguir trabajando mi baloncesto y poder conseguir una beca en el futuro en Estados Unidos o un hueco en la Euroliga», comenta Pugliatti acerca de su futuro. Ambición no le falta, y con la ayuda de Dios (según el propio jugador afirma), puede conseguir todo lo que se proponga.
Su jugador favorito es David Cubillán (jugador venezolano formado en Marquette), pero tiene claro a quién quiere parecerse dentro de unos años. «Un jugador que me gustaría ser como él sería Luka Doncic. Me alegro que haya salido hacia la NBA. Quiero parecerme a él. Siendo novato, con esas estadísticas y segundo en la votación para el All-Star. No es un jugador muy físico, juega tranquilo, es inteligente y hace lo que el entrenador le pide», explica.
Con esos referentes y ese pasaporte, Pugliatti sabe que, seguramente, se le presente la oportunidad de jugar con Italia o Venezuela en algún momento de su trayectoria deportiva, pero el base lo tiene claro: «la vinotinto es la vinotinto».
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