Nicole Cardaño-Hillary es una de las españolas más anotadoras y desconocidas de la NCAA. Nacida en Madrid y de madre estadounidense, abandonaba la capital de España hace 6 años para instalarse con su familia en el país norteamericano, donde se ha formado como jugadora de baloncesto.
Tras brillar en el High School, Nicole debutaba esta temporada en la NCAA, vistiendo la camiseta de George Mason. Con las Patriots se ha estrenado por todo lo alto: promedia 17,7 puntos por encuentro este inicio de curso. La conocemos un poco mejor en esta entrevista.
Cuéntanos un poco sobre tus orígenes
Mi padre es de Madrid, y mi hermana Erica y yo también nacimos allí. Toda la familia prácticamente viven en Madrid o en los alrededores. Mi madre nació en Miami, pero se crió en Dallas. Fue a estudiar a Madrid hace más de 25 años y allí se conocieron y se casaron. Hasta 2011 hemos vivido en España. Luego mis padres pensaron que era una buena idea que estudiáramos la escuela preparatoria y la universidad en Estados Unidos.
¿Cuándo comenzaste a jugar al baloncesto?
Empecé en tercero, jugando con las chicas de cuarto de mi colegio Everest en Pozuelo de Alarcón durante 2 años. Después nos mudamos a Austin, donde me ficharon en un club, ya que todavía era demasiado joven para jugar en el equipo de la escuela. Al año siguiente empecé en el Austin Lady Magic, donde jugué las siguientes tres temporadas.
¿Cómo fue tu etapa en el High School?
Fue una etapa de cuatro años muy intensos y emocionantes, teniendo en cuenta que estaba jugando en uno de los mejores equipos del Estado de Texas. Desde el primer año fui titular, jugando con varias compañeras que ahora están también en equipos de la D1 de la NCAA.
¿Cuándo comenzó el baloncesto a ser algo más serio para ti?
En octavo curso me presentaron a la que sería mi entrenadora, Clarissa Davis, del club TeamXpress. Es una de las jugadoras más destacadas de la Selección de Estados Unidos, con la que ha conseguido varias medallas. Es una entrenadora muy reconocida en el baloncesto femenino aquí. Durante esta etapa he tenido dos entrenadores personales también muy reconocidos: Sean Hardeman y Martinez Martin.
El año pasado fuiste una de las más destacadas a nivel estatal. Cuéntanos cómo fue la experiencia y qué recuerdas de la temporada.
Sí, fue muy especial. Conseguí más de 2000 puntos y fui nominada para el ‘McDonald’s All American’, y jugadora del año de Central Texas, con una media de 30 puntos por partido.
Ahora llegas a George Mason, ¿por qué elegiste este college?
Es una de las mejores universidades para la carrera que estoy estudiando, y está en el corazón de todos los eventos y negocios a nivel nacional e internacional. Y la conexión que tuve con el equipo de baloncesto, con los entrenadores y las jugadoras. Fue instantáneo.
¿Tenías más opciones?
Sí, tuve el privilegio de poder considerar todas mis opciones entre unas 13 universidades. Pero George Mason fue la que más se acercó a todo lo que quería a nivel educativo y deportivo, aunque debo decir que fue muy difícil tomar la decisión final.
¿Qué expectativas tienes este curso? Has empezado bien
Son muy buenas, porque aún siendo un equipo nuevo, estamos batiendo récords y compenetrándonos muy bien y muy rápido. Creo que va a ser un gran año en lo personal y en lo deportivo.
A nivel extradeportivo, ¿qué estudias?
Estoy estudiando Relaciones Internacionales, de ahí que esta universidad fuera una de mis principales opciones.
¿Qué te parece que haya tanta jugadora española que decida formarse en la NCAA?
Es maravilloso, pero no me sorprende. El nivel de baloncesto en los Estados Unidos es el más competitivo y atrae el talento de lo mejor del baloncesto español.
¿Has hablado con alguna de ellas?
Sí, con varias. La semana pasada participamos en un torneo en Denver ante la Universidad de Colorado en la que juega Sara Castro. También conozco a Paula López, que está en la Universidad de Massachusetts Lowell, donde juega una de mis compañeras de la escuela preparatoria. Y sigo con mucho orgullo a Inés Mata, Carmen Grande y a Blanca Millán entre otras.
¿Te gustaría representar a España a nivel internacional?
Ojalá. Para mí sería un orgullo. El mero hecho de ponerme la camiseta de la Selección sería un honor, me encantaría.
¿Te gustaría dedicarte profesionalmente al basket? ¿Volver a España para jugar en la Liga Femenina?
Es una opción, sin duda. Sé que la Liga Femenina en España está entre las mejores del mundo, por lo que sería muy atractiva la idea de jugar allí.
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