Una de las muchas cualidades de Diego Ocampo, entrenador del Divina Seguros Joventut, es su capacidad para formar. Sobre ello hablamos en la Gigantes de diciembre, que incluía una conversación con el técnico, definido por nuestro compañero Marc Amposta como ‘Profesor de jugadores’.
De esta faceta habla también en su charla con Gabo Loaiza Pérez, un joven entrenador que publica en su blog personal una amplia entrevista con el entrenador gallego. Ocampo reflexiona sobre la formación y deja varias perlas muy interesantes. Te traemos alguna de ellas.
«Para formar a un niño es importante dejarle jugar solo y no intervenir. Solos, sin nadie y entre ellos».
«Debemos promocionar que los niños jueguen en la calle: que se organicen los juegos, los deportes. Todo esto desarrolla habilidades sociales, inteligencia, habilidades extrapolables a la vida».
«En mi definición personal de inteligencia, incluiría siempre creatividad. Es fundamental ayudar a formar personas que creen cosas, no meros reproductores. Un jugador autónomo, necesita de creatividad».
«Hay que entender que las personas aprenden de forma diferente. Entonces, el buen docente es el que es capaz de adaptarse y ayudar a formar al jugador. Si un jugador aprende más rápido de forma auditiva, pues usemos ese canal, si aprende visualmente, usemos ese canal, o incluso analíticamente».
«El baloncesto es algo más que ciencia. Es adaptarse, interpretar, repetir, la creación de los jugadores, el aprender de los jugadores. La ciencia nos acerca a lo más eficiente, pero luego los jugadores lo pueden modificar y enseñarnos algo nuevo».
«Todos queremos ir muy rápidos y las personas van madurando. Todos tenemos nuestro ritmo de aprendizaje. Debemos tener paciencia para ir aprendiendo de la experiencia, para asumir los roles que tengamos, para asumir las críticas. Hay que tener tranquilidad y no querer correr demasiado. Muchas veces esa impaciencia es la que provoca que nunca lleguen a su máxima expresión».
«Hay que ser buena persona, yo destacaría eso. Para jugar bien al baloncesto es importante no ser egoísta, porque si lo eres, es imposible hacer una ayuda, poner un bloque o pasar el balón. Ser generoso dentro y fuera del campo es fundamental».
«Si solo valoramos éxito o fracaso, vamos a crear deportistas muy poco valientes. Debemos salirnos un poco de esa línea. Tenemos que formar jugadores y entrenadores valientes y para ser valientes, hay que desprenderse del esquema mental de que todo es éxito o fracaso. Y no, hay muchos grises».
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