En 2011, el Celta agonizaba en su cantera. Apenas se superaban la media centena de jugadores, en un proyecto que cada contaba con más lagunas. Era un momento límite… y había que cambiar algo.
Se hizo, y de qué manera: “Mucha gente escuchaba Celta y pensaba que no era abierto, que hacíamos pruebas”, comenta en La Voz de Galicia Roberto Rajó, uno de los entrenadores vigueses. En ese momento se puso en marcha La Academia, el proyecto de Minibasket del Celta, con el objetivo de enlazar mucho más a todos los estamentos del club, ya que había mucha desconexión entre la cantera y el primer equipo femenino.
Así las cosas, el proyecto ha multiplicado un lustro después el número de equipos desde la exigencia y no usando la diversión. Rajó lo destaca: “Nos gusta mucho el concepto de adelantar la exigencia. Se piensa que para enganchar a los niños hay que hacer juegos todo el rato, pero nos dimos cuenta de que no tenía que ser así”.
Una fórmula que da muchos frutos, con el debut, sin ir más lejos, de Raquel Carrera, con apenas 14 años, en el primer equipo vigués. Todo desde un criterio basado en el esfuerzo y la superación que, de momento, da muchos resultados: “Puede haber una chica que no va a ser del primer equipo, pero que tiene características que hacen pensar que de ahí podemos sacar una entrenadora. Pasa con una de cada muchas, pero lo intentamos”, destaca Roberto.
¡Qué sigan así las cosas!
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