Uno de los mejores pívots de la NBA en el siglo XXI, Amar’e Stoudemire, vive sus últimos días de baloncesto en Europa, en las filas del Hapoel de Jerusalén.
En el último choque del conjunto israelí en la Champions League, Stoudemire viajó hasta Madrid para conseguir la victoria frente al Fuenlabrada por 105 a 75 en un partido colosal de los visitantes. Al acabar el mismo, y antes de poner rumbo al avión de vuelta, el gran interior atendió a la prensa unos minutos.
Stoudemire empezó, siguiendo el protocolo, con la valoración del partido: «Hicimos un gran trabajo defensivo, planificado desde el principio de forma brillante. El plan de trabajo nos salió muy bien y por eso hemos conseguido esa diferencia en el marcador. La velocidad en las transiciones también fue importante».
Después, ya más relajado, el interior contestó a las preguntas de GIGANTES antes de darse una ducha y volver a casa. «En Europa siempre hay sitio para jugar, pero hay que asumir, a veces, diferentes roles dentro del equipo. Todo lleva un tiempo, pero con un buen trabajo de equipo se consiguen los objetivos» explicaba sobre su adaptación al baloncesto del viejo continente después de una dilatada y exitosa carrera en la NBA.
Amar’e tiene ya 35 años (cumple 36 el 16 de Noviembre), pero mantiene un estado de forma más que óptimo a pesar de las numerosas lesiones que ha sufrido. La clave para ello, el trabajo diario: «Sigo trabajando duro para estar en forma. Sigo concentrado esa es la base de todo. No sé lo que duraré, pero sigo trabajando al mismo ritmo y con la misma intensidad».
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