El Hapoel Holon de Israel y el MHP Riesen Ludwigsburg serán los dos rivales de Lenovo Tenerife y BAXI Manresa respectivamente. Dos equipos asentados en la zona alta de sus ligas. El Hapoel mantiene un bonito pulso con Maccabi y Hapoel Jerusalem; el Ludwigsburg no cede en su empeño por disputarle los puestos delanteros a Alba Berlin, Bayern Munich y Baskets Bonn.
Hapoel Holon
El Hapoel Holon ya sabe lo que es jugar una fase final por el título. Disputó la pasada Final 8, cayendo en cuartos contra el que sería a la postre campeón, San Pablo Burgos. El equipo israelí, que cumple 75 años de historia este 2022, ha tenido que trabajar duro para meterse en la Final Four. Necesitó de unos Playoffs para jugar el Top 16, batiendo al Besiktas en un fatídico tercer partido, empatando la serie en Turquía por los pelos. Y en cuartos se deshizo del Strasbourg por la vía rápida, ganando de uno en Francia en el segundo partido (80-81).
El nombre propio del Hapoel es Chris Johnson, un two-way player de manual que lidera al equipo israelí con 15 puntos por partido y un 54,7% en tiros de campo. La batuta la lleva Joe Ragland, ex de UCAM Murcia, máximo asistente de la BCL con 7,9 asistencias por encuentro, una más de media que Marcelinho. Será un bonito duelo en la dirección. La pintura es territorio de Michale Kyser. Nadie intimida más que él en toda la Champions (casi 2 tapones por partido). En la plantilla también encontramos a los ex ACB Hayden Dalton y Tyrus McGee, así como al veterano Guy Pnini (38 años), campeón de Europa con el Maccabi en 2014.
Dirige el cotarro Guy Goodes, un viejo conocido del baloncesto nacional. El hebreo fue jugador del Lobos Cantabria en la temporada 1999/2000, con el añorado Quino Salvo como entrenador de aquel equipo.
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MHP Riesen Ludwigsburg
El rival manresano será el Ludwigsburg, equipo alemán que tiene el inconfundible sello de John Patrick. El entrenador estadounidense lidera, desde principios de 2013, un club que se salvó del descenso deportivo por una invitación de la BBL -liga alemana-. El ‘regalo’ fue la semilla de un proyecto que desde entonces solo ha hecho que crecer, disputando la final por el título doméstico en 2020 (la liga de Aíto en Berlín) y jugando una F4 continental, en 2018, terminando en 4º lugar tras perder el último partido ante el UCAM Murcia. La de Bilbao será, así, su segunda F4. Su mayor logro, por el qué y el cómo, es posiblemente el 30-4 de la pasada fase regular en Alemania, empañado por la eliminación en semifinales ante el Bayern de Trinchieri. En los últimos años han salido de allí jugadores como Royce O’Neal, Johannes Thiemann, Oscar da Silva o Thomas Walkup. ¿Casualidad o causalidad?
El equipo del estado de Baden-Württemberg ha ganado 10 de los 15 partidos que ha disputado este curso en Europa, incluyendo dos victorias de prestigio ante el Lenovo Tenerife en fase de grupos (80-69 en casa, 83-99 en La Laguna). En el Top 16 desplegaron todo su potencial defensivo. De hecho, los alemanes son el equipo de la Final Four que menos puntos concede (72,5 por partido) y el que más balones recupera (8,3). A Bilbao llegan tras derrotar al Cluj-Napoca en una serie de cuartos trepidante.
Si nos fijamos en la plantilla, dos jugadores sobresalen: Jonah Radebaugh y Justin Simon. Las dos referencias ofensivas. Radebaugh es un jugón. Por encima del 40% en triples, tiene capacidad para generar sobre bote. A destacar también la figura de Ethan Happ y del sempiterno Tremmell Darden (40 años), campeón de Liga y Copa con el Madrid.
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Solo 80 minutos separan de la gloria continental a Tenerife y Manresa, pero para jugar la final deberán superar dos buenos escollos. Y no será sencillo.
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