El choque entre UCAM Murcia y Ewe Baskets Oldenburg de la Champions League en el que los españoles conseguían la clasificación para octavos de final no ha estado exento de polémica. El marcador central dejaba de funcionar a un minuto del final, lo que hacía que el entrenador visitante no sólo se quejara en el momento sobre la pista a la mesa si no a la finalización del choque en rueda de prensa acusando de premeditación y deliberación.
Mladen Drijencic soltaba el siguiente speech como valoración del partido: “Cuando vienes a Murcia, en el hotel directamente empieza la provocación: comer no lo que has pedido, tienes que luchar para comer lo que quieres o lo que normalmente comes… es una locura. No sé por qué este club necesita esto. Vienes aquí sin dos pívots pero los chicos están preparados para luchar, los árbitros tienen el partido bajo control, el equipo local está mejor en el momento de la verdad. OK. Pero a un minuto del final el marcador no funciona. Después del final resetean el marcador y funciona. ¿Cómo es posible esto? ¿Qué es esto? ¿Internacional? ¿Campeonato?”.
Ibón Navarro, entrenador local, respondía en su rueda de prensa asegurando que “el tiempo estaba en los relojs de partido que están encima de la canasta, ahí no hay ningún problema. Que se haya estropeado el marcador, yo he ido a hablar con él y le he asegurado que no ha sido premeditado, no me cree pero no se ha hecho una trampa en absoluto. Yo he visto a todos los empleados del pabellón corriendo de arriba abajo tirando cables para intentar recuperarlo. Si quiere me cree y si no pues que no me crea, me da igual. No sé si les ha perjudicado a ellos o a nosotros, porque yo pensaba que íbamos 21 arriba y no 20. A ese nivel, a nivel de público no sé si él cree que le ha perjudicado o no pero si le ha perjudicado a él, a nosotros también. En cualquier caso no sé si eso decide cómo jugar la última porque si mete una canasta hubiera acabado de menos de veinte, no sé si eso le ha condicionado tanto”.
Asimismo, Navarro, que acababa el partido descalificado, reconocía que los árbitros “han tenido un mal día hoy, lo podemos tener todos. Lo que si puedo decir es que en ningún momento les he insultado, en ningún momento les he dicho nada que no se refiriese al juego, me pitan una técnica y la siguiente no es una técnica, es una descalificante por decir que han perdido el control del tercer cuarto dejándoles pegarnos y que los contactos en las dos canchas no eran iguales. Eso se lo he dicho a los tres árbitros y el italiano directamente me ha echado. Y me he acercado a la mesa para preguntar si alguien alguna vez había visto alguna vez así”.
El italiano Saverio Lanzarini, el polaco Wojciech Liszka y el montenegrino Zdravko Rutesic eran los encargados de impartir justicia pero Navarro asegura que “nunca he visto nada así. Pero todo el mundo puede tener malos días, nosotros también los tenemos: los entrenadores, los jugadores, los equipos… El tercer cuarto condiciona todo. Ellos salen a pegarnos, que es lo que tienen que hacer, y los árbitros han decidido coger un criterio de dejar pegar, pero en un lado de la cancha, en el otro no. En mi casa yo no puedo dejar que esto pase. Pero en ningún momento les he faltado al respeto”.
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