Alessandro Martolini, colegiado italiano, ha aprendido esta semana una lección vital: si ves a un pívot corriendo en tu dirección para salvar un balón, ponte a salvo.
El árbitro principal del Buducnost-Trabzonspor de Eurocup se jugó el físico cuando el visitante Andrija Stipanovic se lanzó en plancha para mantener la bola dentro del campo.
Después de que otro compañero evitase que el balón saliera por línea de fondo, el pívot bosnio de 2.09 m. si tiró sin mirar qué tenía delante: entra con las dos piernas y levanta al árbitro del suelo. ¡Penalti!
Martolini, tras unos segundos aturdido sobre el parqué, se levantó y pudo seguir con su labor: acabar de arbitrar los últimos cuatro minutos de partido, que ganó el Trabzonspor (79-82).
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
