Alen Smailagic fue parte de la profunda renovación que sufrió el Partizan este verano y puso rumbo al Zalgiris Kaunas. Sin embargo, se ha revelado que los motivos que hicieron salir al pívot serbio no son deportivos, como él mismo reconocía en una entrevista reciente.
«En Serbia estaban sucediendo muchas cosas de las que no quiero hablar ahora. No me gustaría estar cerca de ese tipo de energía. El Partizan como club es genial, el entrenador es genial. Željko Obradović es para mí como un padre, un padre estricto, hay que reconocerlo. Pero algunas de las cosas que estaban sucediendo en mi país, no quería ser parte de ellas. No quiero pelear con nadie. Sólo quiero jugar al baloncesto y disfrutar«, explicaba Smailagic a Basketnews. Ahora, el portal serbio Nova Sport da más luz al asunto, dando los motivos que llevaron al jugador a marcharse de Serbia.
En 2019, después de la primera temporada de Smailagic con el equipo afiliado de los Golden State Warriors en la G League, el jugador regresó a Serbia. Con el objetivo de que su club de formación, el KK Beko de Kotež, pudiera recibir una compensación una vez comenzara su carrera en la NBA, Alen Smailagic y sus padres se comprometieron a firmar un contrato que beneficiara económicamente al club serbio como agradecimiento.
Por error, firmaron un contrato de cuatro año con una empresa fundada sólo dos meses antes del acuerdo, Beko Basketball Kotež, que en realidad no tenía ninguna relación con KK Beko. El mismo día de la firma se rescindió por no existir obligaciones para con el jugador, pero los representantes de esa empresa demandaron a Smailagic en 2021 por un supuesto impago de 32.824.967 millones de dinares serbios (alrededor de 280.000 euros).
Y es que el fichaje de Smailagic por los Warriors estaba condicionado al pago de una indemnización de hasta 525.000 dólares a aquella empresa. Los estafadores intentaron cobrar a Smailagic la cantidad completa mediante presiones y amenazas, algo que el jugador mantuvo en secreto ante el Partizan, pero que repercutió en su rendimiento.
Foto: Zalgiris Kaunas