El Baskonia llegó a Atenas en una situación delicada, tras tres derrotas consecutivas, con mucho ruido rodeando a Joan Peñarroya y con sólo ocho jugadores disponibles ante el Panathinaikos. Sólo un milagro hubiera evitado que el Baskonia cayera en el OAKA (95-81).
El equipo griego, aún en construcción, llegaba al partido con el mismo balance. Pero quizás con más urgencias después de su gran inversión en verano. Sin embargo, el Baskonia fue capaz de anular sus múltiples armas durante muchos minutos.
Marinkovic representando pic.twitter.com/LrbHRCUUYc
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) October 27, 2023
«Queremos luchar por nuestro entrenador«, decía Tadas Sedekerskis, capitán baskonista, al descanso. Esa pelea la demostraron, sacaron carácter y resistencia, aunque no fue suficiente.
Con todo en contra, esta vez el Baskonia no se desconectó del partido. Finalmente fue la falta de piernas, la fuerza interior de Mathias Lessort (23 puntos y 14 rebotes) y la irrupción en el último periodo de Dinos Mitoglou (23 puntos) lo que acabó a unos combativos vitorianos.
La falta de piernas y de frescura mental porque, cuando igualaron el marcador en la recta final del tercer cuarto (63-63) las pérdidas cometidas empezaron a romper el marcador.
¡Aparece Nico Mannion, sobre la bocina!
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Markus Howard se quedó anclado demasiado tiempo en los 20 puntos (22 en total), y en un roster con 8 jugadores -Chima Moneke se vistió, pero no estaba en condiciones de jugar- sólo Vanja Marinkovic y el mejor Nico Mannion de la temporada (17 puntos cada uno) parecían poder ayudarle a sostener en anotación al equipo.
El Baskonia viajará ahora a Andorra y después recibirá al Partizan buscando salir de la racha de derrotas.
Foto: Baskonia
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