Declarándose de antemano autor material de los hechos, Jordi Bertomeu ha criticado, en un desayuno con periodistas con motivo de la inminente puesta en marcha de una nueva temporada de la Euroliga, la cláusula de ascenso de la ACB.
“Redacte esa cláusula de ascenso en junio de 1992. No creo que se den las mismas condiciones. Es una regla obsoleta. En los 90 el club que entraba a la ACB se encontraba con unos beneficios que él no había generado, y cuando se iba se llevaba una parte. Esta situación no es la actual. La ACB debería haber ajustado sus reglas a la realidad. Es obvio que el escenario es otro”, afirma Bertomeu, que niega que exista paralelismo alguno entre ACB y Euroliga. “La Euroliga no ha sido, ni será nunca, una liga cerrada. Ojo a criticar lo que estás haciendo al 100%. Es algo kafkiano” en clara referencia a la competición española.
Otro tema que se puso sobre la mesa fue el de las ‘ventanas’ de la FIBA que entrarán en funcionamiento una vez finalice el verano de 2017. “Los clubes no quieren parar. Se está tensando la cuerda, pero en algún momento habrá que sentarse y dialogar. ¿A quién le interesa un España-San Marino en el mes de febrero? Lo ideal sería que la competición se llevara a cabo en el mes de julio. Los jugadores llegarían en forma de sus respectivas ligas y tendrían todo el mes de agosto para descansar. Nosotros, estamos dispuestos a retrasar el inicio de la Euroliga”.
El jueves 15 de octubre arranca una nueva edición, que premiará al campeón con un millón de euros, y que será televisada en 202 países. “Cada año progresamos. Ninguna competición ha crecido tanto como nosotros en los últimos 5 años. El presupuesto para esta temporada es de 30 millones de euros, por los 27 de la última”, dice.
Con el aspecto económico ciertamente satisfactorio, la preocupación se centra ahora en lo deportivo. El deseo es poner fin al juego trabado que va contra el espectáculo.
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
