Un resultado contundente que deja bien claro el nivel expuesto por el Barcelona en primer partido del Top16. La reunión que lideraron Navarro y Jasikevicius la semana pasada tuvo una respuesta inmediata impecable. Esa conjura tenía como primer objetivo el Fenerbahce para recuperar la autoestima ante la visita del Real Madrid el próximo domingo.
El conjunto azulgrana tuvo una puesta en escena espectacular firmando una primera parte de libro, con un acierto exagerado en triples (5 de 6), y un equilibrio en el juego que convirtió a la defensa turca en una caricatura. Navarro desde el perímetro, Tomic, Lorbek o Jawai en la pintura, Sada en la intensidad defensiva, Mickeal imponiéndose de cara y en el poste bajo… una sucesión de argumentos que permitían a Pascual disfrutar por fin de una actuación completa, sin agobios, sin los habituales altibajos que se han convertido en un suplicio en las últimas semanas.
Con el partido claramente encarado el Barcelona siguió llevando el partido de manera constante, monorrítmica, superando con sorprendente facilidad una defensa turca convertida constantemente en una manta corta. Una victoria azulgrana que devuelve la alegría y confianza a un vestuario que se ha hecho fuerte desde la semana pasada en la que todos los jugadores decidieron poner fin a una crisis que el Real Madrid intentará reavivar el domingo en el Clásico….
