Una nueva jornada de la Euroliga se ponía en pie y lo hacía, entre otros partidos, con uno muy especial para los españoles pues medía a dos de sus equipos en la máxima competición continental, el Gran Canaria y el FC Barcelona.
La pista de los isleños esperaba con ansias un encuentro siempre bonito y disputado. Los blaugranas, sabiendo la dificultad de jugar fuera de casa, salieron enchufados para evitar despistes y lo hicieron con un gran acierto de cara al aro. Liderados por Kevin Pangos y a base de tiro exterior, los de la ciudad condal salieron por delante en el luminoso al finalizar el primer cuarto (18-26).
No obstante, la intensidad defensiva del Herbalife, unida a un buen movimiento del balón en sus posesiones, permitió a los locales recortar e incluso superar en el marcador a los visitantes. Empate absoluto al descanso y un paso por vestuarios con 44-44.
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— EuroLeague (@EuroLeague) 16 de octubre de 2018
En un duelo tan parejo, y con un parqué resbaladizo para las zapatillas de todos los jugadores, cualquier mínima renta es más valiosa de lo normal, y eso es lo que consiguió el Barcelona durante el tercer cuarto. Cinco puntos de ventaja antes de iniciar el último acto (64-69) y diez minutos de infarto.
Algunos errores de más en el inicio del cuarto parcial parecían indicar el alto grado de nerviosismo existente sobre la cancha. La presión aparecía con fuerza y las piernas pesaban más de la cuenta. Pesic apretaba a los suyos desde la banda, y Maldonado hacía lo propio. Nadie quería descolgarse, pero el pequeño colchón de puntos que tenía el Barcelona parecía casi definitivo, aunque no lo fue.
Heurtel manejaba los tiempos, encontraba a los interiores y ponía en su mano canastas cómodas mientras el Gran Canaria remaba contra corriente por cada punto. Además, Kuric (24 puntos) seguía inspirado de cara al aro, lo que no fue obstaculo ni excusa para que los guerreros canarios intentasen un último esfuerzo.
Las pulsaciones subían, la grada coreaba el mítico ‘A Por Ellos’ y Evans se colgaba del aro para acercar en el luminoso a los suyos y mantener la llama de la esperanza viva. Tan solo un punto abajo el Gran Canaria a falta de 2 minutos para el final. Volvía la tensión y, en una contra de manual, Evans incendiaba el pabellón con una nueva canasta. Tillie, una técnica y dos tiros libres convertidos por el Barcelona ponían algo de calma, pero el Gran Canaria tenía la última posesión del encuentro para ganar que acababa en una falta personal de Singleton sobre Hannah que no perdonaba ninguno de los dos tiros libres.
Tres segundos y seis décimas quedaban en el reloj, sin embargo no fueron suficientes para el Barcelona. El Gran Canaria se imponía por 87 a 86 tras una remontada heroica.
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