El baloncesto griego vuelve a dejarnos una bochornosa historia. Ha ocurrido en el segundo partido de la final de la liga helena entre el Panathinaikos y el Olympiacos, disputado en el OAKA, y tiene un protagonista: el dueño del Panathinakos, Dimitris Giannakopoulos.
El segundo tiempo empezó con cinco minutos de retraso. ¿El motivo? Giannakopoulos, según cuentan los árbitros en el acta, entró al vestuario de los árbitros en el descanso. Flanquado por tres aficionados, el directivo se plantó delante de uno de ellos.
Ioannis Foufis fue el que se llevó la mayor parte de la reprimenda. El dueño del conjunto griego le increpó y le llegó a decir «no vais a salir de aquí«. Al final, el Panathinaikos ha acabado llevándose el partido y ha puesto el 2-0 en la serie (63-52).
Según publica el portal griego ‘Eurohoops.net‘, Bartzokas se mostró indignado con el arbitraje de la segunda parte. En rueda de prensa, disparó: «El tercer cuarto ha empezado con cinco minutos de retraso y sabemos qué ha pasado. ¿Por qué han cambiado la forma de pitar en el segundo tiempo?«. En un principio se habló «sólo» de amenazas al delegado arbitral, Nikos Karousis. El acta ha confirmado el escándalo.
Más diplomático, pero también mordaz, ha estado Pedoulakis, el técnico del Panathinaikos. «Tienes que asumir la realidad. Cuando perdemos contra el Olympiacos, nosotros lo aceptamos».
